UN REVÓLVER PARA SU PROFESOR. UN "BUEN REGALO".

  

 UN REVÓLVER DE LUJO PARA SU PROFESOR. UN "BUEN REGALO".
UN REVÓLVER DE LUJO PARA SU PROFESOR. UN "BUEN REGALO".

Las armas han sido en muchas ocasiones objeto de regalo por diferentes motivos. Para conmemorar un combate; en recuerdo o premio por participar en una guerra; o simplemente como muestra de respeto y cariño hacia un militar o político. Éstas, normalmente, son armas especiales. En el sentido de que los materiales y las técnicas decorativas son mucho mejores y de mayor calidad que las del resto de ejemplares normales, si es que están basados en modelos reglamentarios.

 

Este es el caso del objeto que hoy presentamos. Se trata de un revólver, arma de fuego corta con un cañón y un tambor giratorio con seis recámaras para albergar otros tantos cartuchos, calibre de 11 mm. Es uno de los primeros modelos “recomendados” para el ejército en 1884, y que estaba basado en un modelo de Smith Wesson que apareció en 1881. Una de sus principales características era que se abría, basculando el cañón y el tambor, permitiendo así la introducción de la munición. Este modelo en su versión militar fue producido por la casa eibarresa Orbea con patente obtenida en 1883, bajo la denominación “Ona”, bueno en euskera, Nº 7. Siendo el arma utilizada por muchos oficiales en las guerras de Cuba y Filipinas de finales del siglo XIX y en África a comienzos del XX.

 

Pero como ya hemos dicho anteriormente, se trata de una versión de lujo. Las cachas son de nácar, en lugar de madera. Toda la estructura está pavonada en negro, y sobre ella aparecen diferentes motivos vegetales y trofeos militares incrustados en oro. Destacando entre ellos la inscripción en el lateral del armazón que reza lo siguiente: "S.M. ALFONSO XIII A SU PROFESOR JUAN LORIGA". Así mismo porta sobre la lista del cañón otra inscripción "ORBEA HERMANOS Y COMPª EIBAR”. También lleva el distintivo del cuerpo de artillería en el lateral del armazón, en alusión al cuerpo al que pertenecía el propietario del arma.

 

La inscripción del cañón hace referencia a los fabricantes del modelo militar, que también  elaboraron esta versión de lujo, y que probablemente la hicieron decorar en los todavía numerosos talleres de damasquinado existentes en la ciudad de Eibar. La denominación del taller que la produjo, nos permite enmarcar su fabricación entre los años de 1890 y 1897. Esta empresa armera fue fundada por los hermanos eibarreses Orbea (Juan Manuel, Mateo y Casimiro) a comienzos del siglo XIX, y continuó su actividad bajo diferentes denominaciones hasta comienzos del siglo XX. Aunque fue más tarde cuando alcanzó más fama como fabricante de bicicletas.

 

Conocemos el modelo, quién la fabricó y quién lo regaló, el Rey Alfonso XIII. Pero ¿quién era el propietario del revolver? Juan Lóriga y Herrera-Dávila nació el día 2 de agosto de 1853, e ingresó en la Academia de Artillería en 1867, iniciando así su carrera militar. Escritor, intelectual, investigador y profesor. Fue el autor de una obra titulada “Tratado de Balística de la Artillería Rayada” que le valió la medalla de oro de la Exposición Universal de Barcelona de 1888.

 

Participó como militar activamente en la tercera Guerra Carlista, en la zona vasca, obteniendo diversas condecoraciones y distinciones por ello. Pasó destinado posteriormente como profesor de la Academia de Artillería, y tras estar destinado en diferentes unidades, se le designó como profesor de Alfonso XIII. En 1897 se le destinó a Filipinas, de donde regresó un año después al finalizar el conflicto. Creemos que el arma objeto de nuestro estudio debió de ser un regalo del Rey a su profesor cuando fue destinado a las Islas Filipinas. O a su regreso, ya que al regresar fue nuevamente elegido para desempeñar el cargo de profesor del futuro rey. Puesto que ejerció hasta su nombramiento como nuevo monarca. Momento en el que se concedió a Juan Lóriga el título de Conde del Grove. A partir de 1904 ejerció el cargo de Ayudante-Secretario de S.M. el Rey, Alfonso XIII. En 1918 ascendió a General de División y fue nombrado Jefe de Estudios del Príncipe de Asturias, D. Alfonso. Fue por ello, hombre de la máxima confianza del monarca durante todo su reinado, al que acompañó en muchas de sus visitas oficiales y lúdicas. Murió en el Palacio Real en 1929 sin descendencia.  El revólver lo donó al Museo una familiar suya, María Teresa Dávila, en 1947.

                         Germán Dueñas Beraiz

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    UN REVÓLVER DE LUJO PARA SU PROFESOR
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