BANDERA DE COMPAÑÍA DE UN TERCIO DE INFANTERÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVII
La colección de vexilia del Museo del Ejército cuenta con más de 2.500 fondos. Las piezas más antiguas pertenecen a los siglos XVI y XVII, como la bandera que hoy les presentamos.
Aunque desconocemos a qué unidad concreta pudo pertenecer, se trata de una bandera especialmente valiosa por ser de las pocas de este estilo que actualmente existen en España, y la única conservada en el Museo del Ejército.
En los Tercios, en general, existía una bandera principal por Tercio, y unas secundarias para las Compañías costeadas por su capitán. Las primeras era más sencillas: rojas, con una imagen de la Virgen o el aspa de borgoña en blanco. Las secundarias tienen un diseño más complicado, influido por las modas del momento, tendiendo cada vez a una mayor complejidad según avanzaba el siglo XVII, apareciendo diversos colores, compartimentaciones y cenefas, y compartiendo como elemento común el aspa de borgoña, que aunque generalmente era blanca, también podía presentar otros colores como azul, blanco o amarillo.
Excepto por los pocos ejemplos existentes, cuyo estado de conservación es en general bastante deficiente, conocemos las dimensiones (2-3 m. de lado) y colores de este tipo de banderas por las representaciones de las mismas que aparecen en diversas formas artísticas como pinturas o grabados.
Gracias a una antigua fotografía junto a la que existe una descripción de los colores del momento a su llegada al Museo de Infantería, hemos podido conocer su aspecto original, ya que actualmente conserva poco tejido original: ”De tafetán de seda, de 2´25m. x 2´15m., con el aspa roja de Borgoña sobrepuesta a un fondo compuesto de triángulos alternos blancos y azules, y con orla formada por triángulos alternos blancos y amarillos” (el tono amarillo corresponde al viraje del color rojo por efecto de la luz). La vaina repite esos mismos colores en bandas irregulares de seda, estando reforzada al interior con un tafetán de algodón o lino. La descripción que se daba desde el Obispado de Tarazona, nos hablaba de su mal estado: “Es de una tela de algodón o una especie de satén basto; no tiene mérito alguno; son trozos de esta tela de varios colores y los trozos son de forma triangular y cosidos unos a otros, como las cubiertas que para las camas suelen hacer por esta tierra las mujeres pobres con trozos de trapos de varios colores; está muy deteriorada”.
La bandera ingresó en el Museo de Infantería en 1915, tras la petición al Obispado de Tarazona en 1914, al que pertenecía la iglesia parroquial de Santa Justa y Santa Rufina de Maluenda (Zaragoza), en cuya bóveda se encontraba. Se desconoce cómo llegó la bandera a esta iglesia. Desde el Obispado de Tarazona, en carta al Coronel-Director del Museo de Infantería, se ofrece la siguiente explicación:
“[…] la bandera de la bóveda (y otra igual que había también al lado derecho en la misma bóveda y que por acción del tiempo cayó hecha girones hace muchísimos años) eran de una embarcación de unos comerciantes que iban a las Indias y que en un trance apurado invocaron la protección del Stmo. Cristo y por haber salido libres del naufragio, las colocaron en el templo”.
La bandera debió extraviarse poco después de su recepción, ya que no aparece en las relaciones de fondos del Museo del Ejército, que en 1932, como Museo Histórico Militar, reúne las colecciones de las cuatro Armas. Reapareció en 2001, en muy mal estado de conservación (pérdida de gran parte del tejido original), por lo que ha sido restaurada.
Beatriz Jiménez Bermejo
Imágenes
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