Campana del Fuerte Kin-hoa (Cochinchina)

  

 Campana de Kin-hoa (Cochinchina, actual Vietnam). Museo del Ejército.
Campana de Kin-hoa (Cochinchina, actual Vietnam). Museo del Ejército.

Campana del fuerte Kin-hoa, Cochinchina (actual Vietnam)

Dentro de las muy diversas colecciones que alberga el Museo del Ejército de Toledo podemos encontrar una interesante y monumental campana de bronce procedente de Vietnam, antigua Cochinchina, donde España participó en la campaña del mismo nombre (1857-1862), bajo mandato de la Francia de Napoleón III. El motivo de esta intervención era castigar los ataques a varios misioneros católicos. En el trasfondo de este conflicto estaban los intereses coloniales de ambos países europeos, si bien Francia recogió todos los beneficios de aquella expedición, consolidando su presencia en lo que más tarde sería Indochina.

Las tropas españolas que participaron en la guerra al mando del coronel Palanca tomaron al asalto varios fuertes, entre ellos el de Ki-hoa, de donde procede esta campana. De allí, pasó a Manila, y por Real Orden de 1862 se asignó a las colecciones del entonces Museo de Artillería de Madrid, precedente de nuestro actual Museo del Ejército.

 

Se trata de una gran campana de bronce, de más de un metro de diámetro y casi metro y medio de altura. Difiere de las campanas europeas en que carece de badajo, ya que el sonido se consigue mediante la percusión en el exterior de un gran cilindro de madera suspendido horizontalmente y en perpendicular al instrumento. Suelen estar sujetas a un gran bastidor, y su origen es, con toda probabilidad, un templo budista o pagoda situado en el interior del recinto fortificado de Kin-hoa.

El anillo de suspensión de la campana es un artístico dragón. Este animal fantástico está muy arraigado tanto en la tradición budista como en la historia de Vietnam.  El cuerpo de la campana tiene forma de tulipa con dos bandas horizontales que recorren la parte superior e inferior y un umbo circular reforzado donde se cruzan ambas bandas. En este punto es donde golpea el ariete de madera. Su funcionalidad era muy parecida a las campanas de las iglesias, llamar a la oración y marcar el tiempo, así como dar toques de alarma y servir como medio de comunicación en tiempos de guerra. En los actuales templos budistas de Japón se puede escuchar el particular sonido provocado por la percusión de la madera y el bronce.

 

En Europa, las campanas tienen una cierta relación con la artillería. Cuando una plaza era asediada con cañones y capitulaba, los sitiadores tenían derecho sobre las campanas de bronce de la población, que podían ser rescatadas mediante un pago en dinero por los habitantes. En caso contrario serían material para fundición de nuevas piezas. Esta costumbre, ajena a la tradición artillería española, fue introducida en España por los ejércitos napoleónicos durante la Guerra de la Independencia, y objeto de censura por diversos motivos prácticos y morales por parte de  los grandes tratadistas de la materia, como Cristóbal Lechuga en el XVI.

Esta campana puede contemplarse en el pasillo situado entre las salas de miniaturas y la sala de condecoraciones.

 

ENRIQUE RONTOMÉ NOTARIO

Imágenes

  • Museo del Ejército

    Detalle de la campana de Kin-hoa
    Detalle de la campana de Kin-hoa
  • Museo del Ejército.

    Campana del fuerte Ki-Hoa (Cochinchina)
    Campana del fuerte Ki-Hoa (Cochinchina)