Fernando III de Castilla , llamado «el Santo», nació en Peleas de Arriba (Zamora) , el día 5 de agosto de 1199 y murió en Sevilla, 30 de mayo de 1252), fue rey de Castilla desde 1217 hasta 1252 y de Leóna desde 1230 hasta 1252.
Hijo de Berenguela, reina de Castilla, y de Alfonso IX, rey de León, unificó dinásticamente los reinos castellano y leonés, que permanecían divididos desde 1157, cuando Alfonso VII el Emperador, a su muerte, los repartió entre sus hijos, los infantes Sancho y Fernando.
Durante su reinado fueron conquistados, en el marco de la Reconquista, los reinos de Jaén, Córdoba, Sevilla y lo que quedaba del de Badajoz, cuya anexión había empezado Alfonso IX, lo que redujo el territorio ibérico en poder de los reinos musulmanes.
Al finalizar el reinado de Fernando III, los musulmanes únicamente poseían en la Andalucía el reino de Niebla, Tejada (ocupadas por Alfonso X en 1262 y 1253) y el reino de Granada, este último como feudo castellano.
El infante Alfonso, futuro Alfonso X, fue enviado por Fernando a la conquista del reino de Murcia. Los musulmanes capitularon y la región quedó como señorío castellano, tras lo cual Alfonso conquistó las plazas de Mula y Cartagena.
Cuando Fernando accedió al trono, en 1217, su reino no rebasaba apenas los 150.000 kilómetros cuadrados. En 1230, al heredar León, obtuvo otros 100.000 Km2 y, a base de conquistas ininterrumpidas, logró hacerse con 120.000 más Km2 más.
Fue canonizado en 1671, siendo papa Clemente X y reinando en España Carlos II.
En 1217, tras la muerte repentina de Enrique I de Castilla, los derechos a la corona pasaron a BERENGUELA, su madre, quien temiendo posibles pretensiones de su antiguo marido _rey de León_ (este matrimonio había sido anulado por el Papa, a causa de consanguinidad), se lo ocultó y pidió que se le trajese a Fernando para protegerse de Lara. El rey leonés, persuadido por sus hijas mayores Dulce y Sancha, no quiso dejarlo marchar. Sin embargo, Fernando logró escapar y se reunió con su madre en el castillo de Autillo. Ella, mediante un acto solemne, lo proclamó rey de Castilla hacia el 1016 en Autillo de Campos. La coronación oficial tuvo lugar en Valladolid hacia el 2 ó 3 de julio.
Álvar Núñez de Lara, alférez mayor de Castilla, cercó Valladolid con el beneplácito de Alfonso IX de León. El rey leonés tomó partido por los Lara tras la muerte de Enrique I.
Fernando y su madre debieron retirarse a Burgos. A esto le siguieron una serie de conquistas leonesas a lo largo del río Sequillo y saqueos de zonas próximas a Valladolid por parte de Alfonso IX. Fernando no combatió contra su padre, y le envío mensajes de que bajo su reinado Castilla sería un reino amigo y, aunque al principio Alfonso no hizo caso, terminó retirándose a León cansado de estas acciones.
El 26 de agosto de 1218 se firmó el Pacto de Toro, que puso fin a las hostilidades entre Castilla y León.