DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.- LA MUJER EN LOS EJÉRCITOS.

  

 María Pita. Oléo de Jose Luis de Villar y Rodríguez de Castro en 1950. Fecha histórica: 1598. Museo del Ejército.
María Pita. Oléo de Jose Luis de Villar y Rodríguez de Castro en 1950. Fecha histórica: 1598. Museo del Ejército.
8 de Marzo,  DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

 

El día 8 de marzo se celebra el  DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER:

Este día conmemora la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre.

La celebración de este día, a nivel mundial, debe servir para la reivindicación de sus derechos.Vamos a hacer un repaso por el papel que ha tenido ésta en los ejércitos, a través de la Historia.

 

Al final de este artículo podemos ver algunas fotografías ampliables de los fondos que posee el  Museo del Ejército, relacionadas con  este tema.

 

 

LA  MUJER  EN  LOS  EJÉRCITOS

 

1.- LA MUJER EN EL EJÉRCITO ESPAÑOL EN EL TIEMPO PRESENTE:

Hace ya más de 30 años de la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, un hito en la modernización del país.

El Real Decreto 1/1988, de 22 de febrero, supuso el primer paso para la incorporación de la mujer a la milicia española. Aunque no se reguló el principio de igualdad en las Fuerzas Armadas "con todas sus consecuencias" hasta el año siguiente. Se culminaba de alguna manera un cambio iniciado en 1985, con las primeras modificaciones normativas para que las mujeres pudiesen aspirar a desarrollar una carrera militar.

En 1989 se abrió el acceso de las mujeres a las academias generales y a todas las armas, cuerpos y escalas, y en 1990 se abrió la posibilidad de que pudiesen aspirar a ser soldados voluntarios.

A lo largo de 2018 se celebró el 30 aniversario, en el que se sucedieron iniciativas, celebraciones, gestos y conmemoraciones de esta auténtica conquista por la igualdad. Pero no siempre ha sido así.

La mujer cumplió su tercer decenio en el Ejército Español en el año 2018, pero ¿sabemos qué papel jugó la mujer en los ejércitos, tanto en otros países como en España, en la antigüedad? Son muchos los casos, pero vamos a elegir algunos, pues sólo pretendemos tener una idea general del rol que ha jugado la mujer en distintas épocas:

 

 

2.- ALGUNAS DE LAS MUJERES GUERRERAS FAMOSAS EN LA HISTORIA, EN ESPAÑA Y EN DISTINTAS PARTES DEL MUNDO, POR ORDEN CRONOLÓGICO:

 

 

- LA  REINA   HATSHEPSUT _FARAONA_, EGIPTO.

(El misterio de Hatshepsut, la faraona que fue sistemáticamente borrada de la Historia):

Durante más de dos milenios nadie supo de su existencia, a pesar de haber sido uno de los más formidables y exitosos reyes del mundo antiguo.

Vivió en siglo XV a.C., pero su nombre permaneció oculto hasta el siglo XIX, cuando la decodificación de los jerogíficos permitió leer las inscripciones que habían sobrevivido al ataque contra su monumental legado en piedra.

En el gran complejo de templos funerarios y tumbas de  Deir el-Bahari, ubicado frente a la antigua Tebas (hoy Luxor), al otro lado del Nilo, los arqueólogos se encontraron una gran escena de destrucción de esculturas y sarcófagos profanados. La evidencia mostraba que este faraón había sido efectivamente "maldecido con una muerte sin fin".

El egiptólogo Howard Carter descubrió en 1903 una tumba en el Valle de los Reyes con dos sarcófagos marcados con el nombre de Hatshepsut, pero estaban vacíos.

El principio de esa historia.- Las estatuas profanadas eran las de uno de los faraones más exitosos e influyentes, una de las pocas mujeres que gobernó Egipto como faraón y cuyo reino (1479-1458 a.C.) duró más que el de cualquier otra, incluída Cleopatra.

Hatshepsut, cuyo nombre significa "la más importante de las damas nobles", era una princesa real, hija del rey Tutmosis I, quien no tenía heredero varón, pero no importaba mucho, ya que en el harén real había una opción aceptable: el príncipe Tutmosis, hijo de una respetada reina secundaria. Se casaron por orden del padre, Tutmosis I, pero Tutmosis II enfermó y murió. En el harén sólo quedaba un sucesor masculino adecuado, pero era sólo un bebé, hijo de una de las mujeres de más baja cuna. Hatshepsut, la reina viuda, se convirtió entonces en regente en nombre de ese niño, hijastro-sobrino.

Las imágenes de la época muestran a Thutmosis III retratado como si fuera un faraón adulto (aunque apenas había aprendido a caminar), con Hatshepsut, quien tenía poco más de 20 años de edad, vestida de reina.

Unos años después, por alguna razón que desconocemos, tras regir en nombre del único faraón reconocido, Tutmosis III, Hatshepsut se convirtió en faraona.

Y ahí está el problema: legalmente, no había ninguna prohibición para que una mujer gobernara Egipto.

Cuando LA  MUJER  EN  LOS  EJÉRCITOS pasó de ser regente a faraona, su imagen se empezó a transformar. Aquí todavía aparece con rasgos femeninos, aunque con el tocado de rayas, símbolo de reyes. En este caso se trataba de una regente que, a pesar de la existencia de un faraón, ascendía a esa posición de poder. Y no sería por un periodo corto, mientras Tutmosis III crecía, no: los faraones eran como los dioses, "eternos". Por desgracia, en los escritos encontrados no hay nada que explique cuál fue el motivo que la llevó a tomar una decisión tan drástica. Sin embargo, las imágenes que, junto con las inscripciones, han permitido armar el rompecabezas, dan fe de que asumió el rol y de que además lo consolidó de una manera magistral.

De faraona a faraón: En un reino en el que al menos el 95% de los sujetos eran analfabetos, el mensaje visual era clave, así que su imagen experimentó una metamorfosis espectacular. En dibujos y estatuas empezó a aparecer con la vestimenta y accesorios típicos de un faraón, desde la corona perfecta y la falda corta hasta la barba postiza que se consideraba un atributo divino de los dioses. Incluso la representación de su cuerpo se fue haciendo cada vez más masculina para mostrarla como el estereotipo de rey. Sin embargo, su intención era proyectarse como líder, no como hombre, prueba de ello es que las inscripciones que acompañan esas imágenes casi siempre contienen indicaciones de su verdadero género, algo que inicialmente confundió a los egiptólogos.

Aunque "alguien" se empeñó en que Hatshepsut fuera borrada de la Historia, sus huellas eran monumentales: En el obelisco más alto de Egipto, en el templo de Karnak, se puede leer "erigido por la hija de Thutmosis, Makere _a menudo llamada Hatshepsu o Hatsoo". En el templo de Deir el Bahari es en el que los arqueólogos de antaño encontraron por primera vez evidencia del intento de borrar a Hashepsut de la historia. Además, sabemos que ésa era la intención, pues en ninguna de las listas de los reyes aparece su nombre, después de Tutmosis II está Tutmosis III. Sobre lo dicho, sólo nos queda deducir.

 

 

- ARTEMISIA DE CARIA (siglo V a.C).

Reina sátrapa de Caria y destacada almirante en Asia Menor, región perteneciente al todopoderoso imperio aqueménida de Jerjes I. Tras la muerte de su marido, gobernó entre el 490 y 480 a.C. En Salamina, donde los persas, que no siguieron las recomendaciones de Artemisia y atacaron a los griegos, que tenían mejores barcos y mucho más ligeros, fueron duramente castigados por éstos en la batalla por mar. Artemisia estaba al frente de las naves carias, y fue la única que luchó con inteligencia, salvando los obstáculos. Jerjes dijo de ella: «Mis hombres se han convertido en mujeres, y mis mujeres (por Artemisia), en hombres!»

 

 

- EN EL EJÉRCITO EN LA  ÉPOCA  ROMANA:

En la época del imperio romano, los hombres se alistaban voluntariamente en el ejército, donde debían permanecer durante 20 años, pues era una profesión y tenían asegurado un sueldo, además de techo, comida y vestimenta gratis.

“La mujer tenía totalmente prohibido formar parte del ejército romano”. No obstante, y basándonos en los restos arqueológicos encontrados, está claro que en los campamentos romanos o castrum, de estructura cuadrada y formados generalmente por una legión de 5.000 hombres, permitieron la construcción de edificios adosados a la muralla, destinados a tabernas y lupanares, en los que los soldados se relajaban y dejaban la paga, lo que suponía un beneficio mutuo. Posteriormente, se permitió la convivencia de la mujer y familia de los dirigentes dentro del castrum.

Roma conquistó la Britania, y aquí tuvo lugar la historia de nuestra próxima heroína:

 

 

- BOUDICA, REINA DE LOS ICENOS.

En la década de los 60 del siglo I, durante el reinado del emperador Nerón, algunos pueblos celtas de la Britania, entre ellos el pueblo iceno, se sublevaron contra los romanos, que habían arrasado los campos, violaron a las mujeres y robaron y esclavizaron a los nobles. Los icenos eligieron a BOUDICA, mujer muy inteligente e intrépida, viuda de su rey, como reina guerrera, quien en el año 60, después de haber sido torturada y violada junto a sus hijas, se convirtió en reina guerrera.

El número de sublevados, se cree que más de 40.000, y la bravura propia de los pueblos celtas con BOUDICA al frente, arrasaron varias ciudades tomadas por los romanos, entre ellas Londinium (actual Londres, ciudad a la que arrasaron y quemaron).

Ante esta tremenda derrota, Suetonio guió a los romanos, un ejército disciplinado, y preparó el campo de batalla de tal manera que éstos arrasaron a los icenos, sembrando el campo de cadáveres, pasaron por encima de los carros (en los que los familiares esperaban a los luchadores icenos) y mataron a todos. Depués se encargaron de rematar a todos los heridos, no dejando a nadie vivo. No respetaron ni a mujeres embarazadas, ni a ancianos ni a niños. La matanza fue tan tremenda que hasta el propio Nerón dijo que “había sido muy duro” el castigo infligido a los britanos que participaron en esta batalla.

Reunió un ejército de tribus británicas de más de 100.000 hombres, con los que derribó el Capitolio romano en Gran Bretaña, avanzó sobre Londinium y Verulamium asolando ciudades. A su paso, mató a 70.000 hombres.

Nerón, emperador de Roma entonces, incluso consideró la posibilidad de retirarse de Inglaterra.  Pero, en última instancia venció, en una batalla cruenta.

Parece ser que entonces Boudica se suicidó, para no sufrir ningún tipo de vejación, martirio o esclavizada por parte de las tropas romanas..

 

 

- JUANA DE ARCO

Juana de Arco (1412-1431), era una joven campesina de 16 años. Esta joven francesa se sintió escogida por Dios para liberar a Francia de la dominación inglesa durante la guerra de los Cien Años. Dijo que había tenido visiones del Arcángel Miguel pidiéndole que ayudara a los ejércitos  franceses.

En 1429, el rey de Francia Carlos VII aceptó que liderara un ejército de cinco mil hombres durante el asedio de Orleans. El asedio se levantó sólo 9 días después, esto supuso una gran victoria sobre los ingleses y Juana adquirió tal fama que a partir de entonces le llamaron “la doncella de Orleans”.

Tras varios triunfos más, Juana fue hecha prisionera por la facción borgoñona (nobles franceses aliados de los ingleses) durante una emboscada en Compiègne el 24 de mayo de 1430. Llevada a Ruán, fue acusada de brujería por un tribunal eclesiástico pro-borgoñones y condenada a morir en la hoguera el 30 de mayo de 1431, con tan sólo 19 años.

En 1456 otro tribunal eclesiástico revisó su juicio, anuló los cargos en su contra, la declaró inocente y la nombró mártir.

En 1803 fue declarada símbolo nacional por Napoleón Bonaparte.

Fue canonizada en 1920.

 

 

3.- MUJERES GUERRERAS EN LA HISTORIA DE ESPAÑA:

 

 

- ISABEL LA CATÓLICA. (ISABEL  I   DE CASTILLA).- 1451-1504

Isabel la Católica fue la primera persona que creó un hospital de campaña, un siglo antes que el resto de países.

LA BATALLA DE TORO:

Con el fin de defender los pretendidos derechos a la Corona de Castilla de Doña Juana, "La Beltraneja",  su tío (Alfonso V, rey de Portugal), invadió las tierras castellanas el 25 de mayo de 1475. Su ejército llegó hasta Toro y Zamora, desde donde amenazaba Valladolid y Medina del Campo, residencia de los reyes castellanos Isabel y Fernando.

El 1 de marzo de 1476 se encontraron los ejércitos de Alfonso V y de Fernando el Católico en las inmediaciones de la ciudad de Toro. Inició el ataque la vanguardia portuguesa, pero fue detenida por las huestes del Cardenal Mendoza, momento que aprovechó el Duque de Alba para flanquear con su ejército la derecha de los portugueses y decidir la batalla, que duró más de tres horas.

Los castellanos lucharon con gran valor y se apoderaron de ocho estandartes enemigos. Las pérdidas en uno y otro bando fueron cuantiosas, pero el triunfo sirvió para acabar con las divisiones entre la nobleza de Castilla.

UNA MUJER, ISABEL LA CATÓLICA,FUE LA PRIMERA PERSONA EN CREAR UN HOSPITAL DE CAMPAÑA :

- Isabel I vio que había soldados que no morían en el campo de batalla, sino después, a causa de la falta de atención médica y de falta de medios para curar las heridas. Por todo ello, mandó   instalar seis grandes tiendas equipadas con materiales y personal sanitario, lo cual repitió a partir de ese momento, en el la guerra de Granada, en Santa Fe y Loja. Por este hecho, la reina Isabel fue la creadora del primer hospital militar de campaña, y todo esto ocurrió en España un siglo antes que en otros países europeos, la reina había encontrado una solución sanitaria a las tragedias de la guerra.

El lienzo de Izquierdo Vivas (ver imágenes multimedia, al final) representa a la reina Isabel que en primer término y con un documento en su mano parece reflexionar sobre su obra. Al fondo y tras un gran cortinón, como si se abriera una suerte de escenografía, se aprecian las tiendas convertidas en hospitales de campaña y a una serie de soldados pertrechando de víveres y enseres a las mismas.

 

 

- MARÍA PACHECO

María López de Mendoza y Pacheco, más conocida como María Pacheco, nació en Granada en 1497. Fue María una mujer muy culta que dominaba las matemáticas, historia, el latín y griego. Adoptó el apellido de su madre para diferenciarse de dos hermanas también llamadas María (de Mendoza).

Fue obligada a casarse con Juan de Padilla, caballero de Toledo, cuando tenía tan sólo quince años, en 1511. Siendo Padilla de rango inferior al suyo,  parece ser que esta boda no fue del todo de su agrado. Aunque le fue asignada a María una dote de más de cuatro millones de maravedíes. De este matrimonio de conveniencia en 1516 nació el primer hijo, que murió de corta edad, justo cuando también dejaba este mundo el rey Fernando el Católico, hecho por el cual fue nombrado rey de Castilla y Aragón el infante Carlos, menor de edad _por lo que fue nombrado regente del reino el cardenal Cisneros_ hasta que pasado un tiempo pudo acceder al trono con el nombre de Carlos I.

Una vez instalado el nuevo rey en la Corte y acabada la regencia de Cisneros, Juan de Padilla sucedió a su padre en el cargo de «Capitán de gentes de armas», haciéndose necesario el traslado del matrimonio desde Granada a Toledo.

En abril de 1520 las Juntas de Comunidades de Castilla, entre ellas las de Toledo, se sublevaron contra Carlos I, hartas del gobierno de este nuevo rey, que solo contaba con consejeros extranjeros y que exprimía a impuestos al pueblo. María Pacheco no dudó en apoyar a su marido Juan de Padilla. La primera misión de éste fue acudir a Segovia para combatir al ejército real. Tres meses más tarde se constituyó en la ciudad de Ávila la Santa Junta, de la que salió nombrado Padilla como Capitán General de las fuerzas comuneras.

No tardarían en surgir encontronazos entre las filas comuneras. Padilla con un nuevo ejército de toledanos en su mayoría se dirigió a Valladolid en diciembre de 1520, pero los enfrentamientos internos entre comuneros no cesaron provocando con ello su debilitamiento y de esta manera cuando tuvieron que enfrentarse al ejército real el 23 de abril de 1521, sucumbieron en un encuentro desigual, en la que se conoce como la batalla de Villalar. Por tanto, Bravo, Padilla y Maldonado fueron hechos prisioneros y decapitados en esta población a las pocas horas.Cuando llegaron a Toledo las noticias de estos trágicos hechos, los toledanos, con María Pacheco a la cabeza, no sólo no retrocedieron, sino que  siguieron luchando contra las tropas de Carlos I.

María, de luto y enferma, luchó y resistió, primero desde su residencia y después desde el Alcázar de Toledo, guarnicionando las puertas de la ciudad con soldados y artillería traída desde Yepes.

Pero tras la toma de Madrid por parte de los realistas sólo quedaba Toledo como última plaza sublevada al nuevo monarca. La situación no sólo era difícil, era imposible.

María Pacheco resistió unos meses más al asedio promulgado por Carlos I a la ciudad de Toledo, haciendo pasar penalidades a los toledanos y llegando incluso a requisar -entrando de rodillas- la plata custodiada el «Sagrario» de la catedral para hacer frente a los gastos de la soldadesca.

Ante tan delicada situación de la ciudad, en octubre de 1521 se firmó el armisticio llamado de Sisla, pero en febrero de 1522, Toledo vuelve a rebelarse otra vez tomando de nuevo el Alcázar, aunque esta última rebelión fue sofocada inmediatamente por los realistas.

Gracias a algunos familiares que María Pacheco tenía en el bando del rey, pudo escapar de Toledo con su hijo, disfrazados de gitanos, y siguiendo el cauce del río Tajo llegaron a Talavera, desde donde partió hacia su exilió en Portugal.

Carlos I perdonó a la ciudad, pero el perdón no le llegó a María. Vivió en Oporto hasta su muerte, acaecida en 1531.

 

 

- INÉS SUÁREZ.

Inés Suárez, conocida erróneamente como “Inés de Suárez”, nació en Plasencia en 1507 y murió en Chile en 1580. Fue una conquistadora y militar española, conocida por su notable papel en el período de la conquista de Chile. Formó parte de la expedición a Chile de Pedro de Valdivia, siendo la primera española en pisar dicho territorio. Además participó en la fundación de la actual ciudad de Santiago de Chile y fue figura clave en su defensa durante el asedio mapuche de 1541.

A los 20 años se casó con Juan de Málaga, quien partió hacia Panamá. No recibía noticias de su marido, por lo que en 1537 consiguió una licencia real y se embarcó hacia Las Indias, para ir buscarlo. Allí recibió la noticia de que había muerto en la batalla de las Salinas. Por ser viuda de militar recibió una parcela de tierra en Cuzco, donde se instaló.

En Cuzco conoció a Pedro de Valdivia, maestro de campo de Francisco Pizarro y posterior conquistador de Chile. A finales de  1539, cuando Pedro iba a partir hacia Chile, Inés quiso acompañarlo, por lo que éste pidió permiso para que Inés le acompañara. Pizarro se lo dio por carta, pero remarcando que “como sirvienta acompañante”, pues de otro modo la Iglesia se habría opuesto a esta pareja.

En el viaje, Inés prestó diversos servicios a la expedición, por lo que fue considerada entre sus compañeros de viaje como «una mujer de extraordinario arrojo y lealtad, discreta, sensata y bondadosa, y disfrutaba de una gran estima entre los conquistadores».

En diciembre de 1540 la expedición arribó al valle del río Mapocho, donde fundaron la capital del territorio sobre una ciudadela inca; con el nombre de Santiago de Nueva Extremadura, actual Santiago de Chile. Este valle era extenso, fértil y con abundante agua potable; pero ante la hostilidad de los nativos, la ciudad se estableció entre dos colinas que facilitaban disponer posiciones defensivas, contando con el río Mapocho a modo de barrera natural.

La defensa de Santiago:

El 9 de septiembre de 1541, Valdivia, cuarenta jinetes y tropas auxiliares incas abandonaron la ciudad para sofocar una cercana rebelión de los indígenas. Una joven nativa vino con la noticia de que los bosques periféricos al asentamiento se encontraban llenos de indígenas hostiles.

Al preguntar a Inés si consideraba que siete caciques que se encontraban prisioneros debían ser liberados en señal de paz, ella lo consideró como una mala idea, ya que, en caso de ataque, los líderes recluidos serían su única posibilidad de pactar una tregua. El capitán al mando de la ciudad, consideró acertada la suposición de Inés y decidió convocar un consejo de guerra.

Antes del alba del 11 de septiembre, jinetes españoles salieron de la ciudad para enfrentarse a los indígenas, cuyo número en un principio se estimaba en 8000 hombres, y posteriormente 20 000. Pese a contar los españoles con caballería y mejores armas, los indígenas eran una fuerza superior, y al anochecer lograron que el ejército rival se batiese en retirada cruzando el río hacia el este para refugiarse de nuevo en la plaza.

Los indígenas lanzaron flechas incendiarias, consiguieron prender fuego a buena parte de la ciudad, dando muerte a cuatro españoles y varios animales. Tan desesperada parecía la situación que el sacerdote local afirmó que la batalla era como el Día del Juicio y que tan solo un milagro podía salvarlos.

Durante el ataque, la labor de Inés había consistido en atender a heridos y desfallecidos, curando sus heridas y aliviando su desesperación con palabras de ánimo, además de llevar agua y víveres a los combatientes y ayudando incluso a montar a caballo a un jinete cuyas serias lesiones le impedían hacerlo solo. Pero Inés aún tendría que desempeñar un papel decisivo en la lucha: viendo en la muerte de los siete caciques la única esperanza de salvación para los españoles, Inés propuso decapitarlos y arrojar sus cabezas entre los indígenas para causar el pánico entre ellos.

Muchos hombres daban por inevitable la derrota y se opusieron al plan, argumentando que mantener con vida a los líderes indígenas era su única baza para sobrevivir, pero Inés insistió en continuar adelante con el plan, dándoles la orden de ejecución: decapitar a todos los caciques tomados como rehenes y arrojar luego sus cabezas entre los atacantes.

Afirma un testimonio que «salió a la plaza y se dispuso frente a los soldados, enardeciendo sus ánimos con palabras y alabanzas tan exaltadas que la trataron como si fuese un valiente capitán, y no una mujer disfrazada de soldado con cota de hierro». Avivado el coraje de los españoles, éstos llevaron a cabo la acción prevista, y aprovecharon el desorden y la confusión causada entre los indígenas al topar con las cabezas decapitadas de sus caciques, logrando poner en fuga a los atacantes. La acción de Inés en esta batalla sería reconocida tres años después, en 1544, por Valdivia, quien recompensó a Inés  concediéndole una condecoración.

En 1549 Inés se casó con Rodrigo de Quiroga, uno de los mejores capitanes de Valdivia. Se caracterizó por llevar una vida  tranquila y religiosa. Junto a su marido, quien fue persona principal en Chile, contribuyó a la construcción del templo de la Merced y de la ermita de Monserrat, en Santiago. No tuvieron hijos.

Inés murió en 1580, a los 75 años.

 

 

- MARÍA PITA. 1560-1637

Si vamos a La Coruña y ante la escultura de María Pita, en la plaza que lleva también su nombre, preguntamos a alguien qué es lo que hizo para merecer semejantes homenajes, seguramente nos responderá que “tener mucho coraje y bravura, luchar contra los asaltantes de la flota inglesa y derrotar al famoso pirata Drake”.

¿Y quién fue Drake, en realidad? Era un pirata, bravo e inteligente, pero era como todos los piratas de aquella época: verdaderos ladrones y asesinos, no sentían piedad por nada ni por nadie. Al principio de su carrera como pirata asaltó tierras de la América Española y tuvo mucha suerte, cogió un enorme botín (fruto de los saqueos que realizó en aquellas tierras) y fue el único barco en volver a Inglaterra. Este hecho es el que le dio la gran fama que siempre tuvo. Fue nombrado almirante por la Reina Isabel I de Inglaterra. Tenía su propia flota de barcos y evitaba cruzarse con los barcos del imperio español, que en aquella época eran mejores.

Después del fracasado ataque de la Armada Invencible ante las costas inglesas, en el que intervino Drake, sobrevino una serie de ataques de la flota inglesa a las costas Españolas.

Fue en medio de esos combates donde apareció la figura de MARÍA PITA, nacida cerca de Cambre (La Coruña) en 1560, en una familia humilde. Era muy inteligente, y mejoró su situación económica al casarse en 1581 con un carnicero, que murió cuatro años después, dejándola sola y con una niña.

En aquella época de estrecheces y privaciones no era bueno para una mujer estar sola, y menos aún con una niña a su cargo. María Pita era decidida y valiente, sabía bien dirigir su vida y su familia. Volvió a casarse tres años después con otro carnicero, que sólo le duró un año, pues lo mataron los ingleses. Fue en este momento en el que los destinos de Drake y María Pita se cruzaron. La Coruña no tenía sistemas defensivos costeros en aquella época, por lo que los piratas pudieron desembarcar, consiguieron abrir una brecha en sus murallas y entraron en la ciudad de La Coruña de manera salvaje, como era habitual en ellos, arrasando y quemando todo lo que estaba a su paso. Parecía inevitable el triunfo total inglés y la toma de la ciudad, cuando se produjo el hecho que convirtió a María Pita en una heroína y que todos los coruñeses conocen perfectamente:

FUE UN DURO COMBATE, los asaltantes mataron al marido de María Pita, y entonces ella se lanzó con gran furia contra el abanderado inglés, gritando en gallego: “Quen teña honra, que me siga”. Le arrebató  la lanza en la que ondeaba la bandera inglesa y se la clavó en el pecho. Al ver este bravo ejemplo, los coruñeses se envalentonaron y cargaron con rabia contra el enemigo, que tuvo que retroceder, derrotado. Francis Drake ordenó embarcar a sus hombres en los barcos y huyeron. Los coruñeses taparon la brecha en la muralla.

Esta gesta fue muy celebrada por sus vecinos, pero la pobre María Pita volvía a estar sola y con una niña a su cargo. Pero ella no se acobardó, y al año siguiente volvió a casarse (su tercer matrimonio) con un capitán que llegó a La Coruña al mando de tres buques de abastecimiento militar para la Armada Real, que estaba fondeada en los puertos gallegos. Pero la pobre María volvió a enviudar a los dos años y medio, ahora con otra hija más.

María  Pita se volvería a casar por cuarta y última vez, pero pasaron más años, durante los cuales tuvo graves problemas, pues alquiló una vivienda a un capitán que resultó ser un moroso, no sólo no le pagaba el alquiler, se negaba a abandonar la vivienda. Éste denunció a María Pita por intento de asesinato, y ésta acabó en la cárcel, donde pasó varios meses. Fue sentenciada al destierro. Pero ella era muy brava para acobardarse con esto, por lo que se dirigió la Corte y al rey Felipe II, le pidió amparo ante las mentiras y calumnias del moroso capitán y también pidió al monarca que le concediera alguna recompensa por los servicios prestados contra los ingleses, en los que además había perdido a su marido.

Al rey Felipe II le cayó bien María Pita, al leer sus escritos de demanda, que encontró razonable, por lo que le concedió una licencia real que le permitió volver a La Coruña (donde fue muy bien recibida) y además le permitía poner en marcha un negocio de exportación de mulas a Portugal. Y además le concedió una pensión  equivalente al sueldo de un alférez más cinco escudos mensuales.

En 1598 María volvió a casarse, por cuarta y última vez, con un hidalgo que le duró algo más que los anteriores maridos. Era un hidalgo, escudero de la Real Audiencia de Galicia. De este matrimonio tuvo dos hijos varones. Su marido murió 15 años después, en 1613. Ella tenía entonces 53 años.

La fama que tenía María Pita de osada y pendenciera no decayó nunca, supo hacer frente a todas las dificultades hasta el momento de su muerte, a los 77 años, en Cambre. Se había trasladado allí, donde tenía una casa y unos viñedos, para descansar en los últimos años de su vida.

Terminamos donde habíamos empezado, hablando de la estatua en homenaje a María Pita en La Coruña, donde este personaje histórico está considerado como una verdadera heroína, donde se la recuerda con cariño y es para los coruñeses su más querido referente. La escultura, en bronce, es obra de Xosé Castiñeiras. En ella, el autor representa a la heroína con una mano en alto con la lanza con la que mató al alférez inglés, y con la otra mano agarra el brazo del cuerpo sin vida de su marido. La escultura tiene una altura total de 9,31 metros y un peso de 30 toneladas.

FUENTES: "MARÍA PITA. La heroína gallega que derrotó al pirata Drake". Artículo de ANTONIO PÉREZ HENARES

 

 

- CATALINA DE ERAUSO, LA MONJA ALFÉREZ

Llamada la Monja Alférez. Nació en San Sebastián en 1592 y murió en la ciudad de México en 1635.

Fue una aventurera española. Había nacido en un hogar de familia noble, que pretendió consagrarla a la vida religiosa, la ingresaron en un convento dominico junto con dos de sus hermanas, cuando sólo tenía 4 años. Pero no llegó a consagrarse, se escapó de allí cuando tenía 15 años.

Catalina decidió vivir y vestir como un hombre. Vivió una vida muy disparatada, y lo que conocemos sobre ella es gracias a una autobiografía dictada por ella con destino al rey Felipe IV, para acompañar a la solicitud que presentó de una pensión vitalicia.

Tenía un carácter bravucón y pendenciero.

Partió hacia Perú, allí trabajó en varias ciudades y partió hacia Lima. Allí se alistó para partir como soldado hacia Chile, a luchar contra los indios mapuches.

Cuatro años estuvo Catalina luchando, y por sus hazañas fue ascendida a alférez.

Regresó a América y se dedicó al transporte de viajeros, desde el puerto de Veracruz hasta la ciudad de México.

 

 

 

- AGUSTINA DE ARAGÓN

El 15 de junio de 1808, durante el primer sitio de Zaragoza, en el transcurso de la invasión napoleónica, Agustina, una joven nacida en Reus, pero que había acompañado a su marido, cabo de artillería, a Zaragoza, llevó a cabo la acción que la hizo célebre. Tras haber caído los defensores de la puerta del Portillo, las tropas francesas se prepararon para tomarla al asalto. Entonces Agustina tomó la mecha de manos de un artillero herido y logró disparar un cañón sobre los franceses, que se batieron en retirada. La leyenda cuenta que, enterado el general Palafox de tal hazaña, concedió a la joven el distintivo de subteniente. Al parecer, Palafox, en efecto, admitió a Agustina en el cuerpo de artilleros, pero como artillero raso.

 

Imágenes

  • Medalla al heroísmo. María Pita.

    Medalla al heroísmo. María Pita. Acuñada en 1801. Diámetro 5 cm. Grosor 4 mm. Peso 50 gramos. Museo del Ejército.
    Medalla al heroísmo. María Pita. Acuñada en 1801. Diámetro 5 cm. Grosor 4 mm. Peso 50 gramos. Museo del Ejército.
  • Retrato al óleo de María Pita.

    Retrato de María Pita. Óleo de José Luis de Villar y Rodríguez de Castro. Museo del Ejército.
    Retrato de María Pita. Óleo de José Luis de Villar y Rodríguez de Castro. Museo del Ejército.
  • Mujeres con valor reconocido 2019.

    Fotografía del calendario 2019 del Ministerio de Defensa, dedicado a las mujeres con valor reconocido.
    Fotografía del calendario 2019 del Ministerio de Defensa, dedicado a las mujeres con valor reconocido.
  • Catalina de Erauso, la monja Alférez.

    Catalina de Erauso, la monja Alférez.
    Catalina de Erauso, la monja Alférez.
  • ISABEL LA CATÓLICA CREÓ EL PRIMER HOSPITAL MILITAR DE CAMPAÑA

    01.03.1476.- Isabel la Católica, una mujer, creó el primer hospital militar de campaña, cuando presenció en persona y en la retaguardia de la Batalla de Toro que los heridos fallecían por falta de atención médica. Esto sucedió en 1476, 100 años antes que en el resto de países.
    01.03.1476.- Isabel la Católica, una mujer, creó el primer hospital militar de campaña, cuando presenció en persona y en la retaguardia de la Batalla de Toro que los heridos fallecían por falta de atención médica. Esto sucedió en 1476, 100 años antes que en el resto de países.
  • María Pita. Estatua-homenaje en La Coruña.

    María Pita. Estatua-homenaje en La Coruña. Escultor: de Xosé Castiñeiras. Altura total: 9,31 metros. Peso: 30 toneladas.
    María Pita. Estatua-homenaje en La Coruña. Escultor: de Xosé Castiñeiras. Altura total: 9,31 metros. Peso: 30 toneladas.