La adarga de presidiales. "Un escudo con mucha historia".

  

 La adarga de presidiales. "Un escudo con mucha historia".
La adarga de presidiales. "Un escudo con mucha historia". Museo del Ejército.

La adarga de presidiales.

“Un escudo con mucha historia”

 

 

La adarga es un escudo que nació como arma defensiva dentro del mundo islámico a finales de la Edad Media. Estaba fabricado a base de la yuxtaposición de varias capas de cuero curtido pegadas y cosidas entre si, con una forma arriñonada que cubría al jinete a caballo. Tras la reconquista se siguió usando por la caballería ligera cristiana hasta que la generalización del uso de las armas de fuego provocó que poco a poco desapareciera de los campos de batalla a comienzos del siglo XVI.  Aunque no de la sociedad hispana, ya que se utilizó en los denominados juegos de cañas, que tenían un carácter deportivo y lúdico y que se celebraban con ocasión de fiestas relevantes.

 

Los conquistadores la llevaron a América, donde siguió teniendo un papel militar importante, ya que las materias con que se fabricaba se encontraban fácilmente en el Nuevo Mundo, y frente a las armas ofensivas indígenas siguió siendo un instrumento eficaz para el combate.

 

 

En este caso se trata de una adarga utilizada por los soldados presidiales o de cuera, que eran las  tropas españolas que prestaban servicio en los presidios (cuarteles) situados en la frontera norte del virreinato de Nueva España (actuales estados de Texas, California, Arizona y Nuevo México). Estos soldados que fueron frecuentemente ridiculizados en las películas y series relacionadas con el personaje del Zorro, mantuvieron una frontera que iba desde el Golfo de México hasta el Pacífico durante más de tres siglos, frente a intentos expansionistas de otras potencias y sobre todo frente a tribus indígenas. Este tipo de escudos constituían, junto a las cueras, que eran unos jubones de cuero grueso, la principal defensa frente a indios que se encontraban en aquellas zonas (apaches, comanches, etc.).

 

Es una pieza de pequeño tamaño, respecto a sus antecesoras, y seguramente destinada para un niño. Está realizada con cuero de vaqueta con forma arriñonada y ligeramente cóncava. En el exterior tiene pintado el escudo real adoptado desde Carlos III, rodeado de motivos geométricos y sobre todo vegetales de color rojizo, siguiendo repertorios decorativos de la zona. En el interior tiene restos de un asa para sujeción.

 

Posee una doble filacteria donde se lee el nombre del propietario Santiago Abreu y la O. Era hijo de Santiago Abreu y de María Soledad de la O, que contrajeron matrimonio en 1795 en Chihuahua. Santiago padre fue un militar, funcionario y político español. Después se sumó al movimiento independentista mexicano, y ocupó diferentes altos cargos en el gobierno mexicano. Acabó decapitado en una revuelta indígena en 1837. A comienzos del siglo XIX estas piezas tenían ya un papel más representativo que práctico, como símbolo de status social y vinculación con la metrópoli. Fue donado en 1856 al Museo de Artillería, junto con otros elementos de origen mexicano, por el Conde de la Cortina.

 

 

Germán Dueñas Beráiz

 

Conservador Jefe Departamento de Armas