Se firma la copia manuscrita de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Esta copia manuscrita fue solicitada por el Congreso el 19 de julio y firmada el 2 de agosto de agosto de 1776.

  

 Cartel de la exposición temporal "La contribución del Ejército Español al nacimiento de los Estados Unidos", que estuvo expuesta en el Museo del Ejército desde el 12/07/2019 hasta el 15/10/2019.
Cartel de la exposición temporal "La contribución del Ejército Español al nacimiento de los Estados Unidos", que estuvo expuesta en el Museo del Ejército desde el 12/07/2019 hasta el 15/10/2019.
2 de agosto de 1776

 

El día 2 de agosto de 1776 se firmó la COPIA MANUSCRITA de la DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS.

 

ESTA COPIA MANUSCRITA HABÍA SIDO SOLICITADA POR EL CONGRESO EL 19 DE JULIO Y SE FIRMÓ EL 2 DE AGOSTO DE 1776.

 

ESPAÑA ENTRÓ EN GUERRA CONTRA INGLATERRA PARA AYUDAR A LOS ESTADOS UNIDOS.

 

ESPAÑA SE UNIÓ A FRANCIA EN ESTA GUERRA CONTRA INGLATERRA Y PARA FAVORECER A LOS ESTADOS UNIDOS, MEDIANTE EL TRATATO DE ARANJUEZ.

 

 

La Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América​ (cuyo título oficial es The unanimous declaration of the thirteen United States of America)​ es un documento redactado por el segundo Congreso Continental  el  4 DE JULIO DE 1776 que proclamó que las Trece Colonias norteamericanas​, entonces en guerra con el Reino de Gran Bretaña se habían autodefinido como trece nuevos Estados soberanos e independientes y ya no reconocían el dominio británico;​ en su lugar, formaron una nueva nación: los Estados Unidos.

 

John Adams fue uno de los políticos que emprendió el PROCESO DE INDEPENDENCIA, APROBADO EL 2 DE JULIO POR EL CONGRESO EN PLENO SIN OPOSICIÓN. Un comité (el Comité de los Cinco) se encargó de redactar la declaración formal, la cual se presentó cuando el Congreso votó sobre la misma dos días después, EL 4 DE JULIO DE 1776.

 


Thomas Jefferson fue el autor principal de la Declaración.

 


Adams persuadió al comité para que se encomendase a Thomas Jefferson la tarea de dirigir la redacción del borrador original del documento,​ que el Congreso editó para producir la versión final. La Declaración era fundamentalmente una explicación formal de por qué el Congreso rompió sus lazos políticos con Gran Bretaña el 2 de julio, más de un año después del estallido de la Revolución estadounidense. Al día siguiente, Adams escribió a su esposa Abigail: «El segundo día de julio de 1776 será la época más memorable en la historia de América». SIN EMBARGO, EL DÍA DE LA INDEPENDENCIA SE CELEBRA DOS DÍA DESPUÉS, EL 4 DE JULIO, FECHA EN LA QUE SE APROBÓ.

 

El 4 de julio —luego de ratificar el texto— el Congreso difundió la Declaración en varias formas. Inicialmente se publicó en el volante de John Dunlap, que era ampliamente distribuido y leído al público. LA COPIA ORIGINAL UTILIZADA PARA ESTA IMPRESIÓN SE HA PERDIDO Y PUDO HABER ESTADO EN MANOS DE JEFFERSON.

 

El borrador original con las correcciones de Adams y Benjamin Franklin y las notas adicionales de Jefferson sobre los cambios realizados por el Congreso se conserva en la Biblioteca del Congreso. Esta copia manuscrita fue solicitada por el Congreso el 19 de julio y firmada el 2 de agosto.

 

La versión más conocida de la Declaración —una copia firmada que se considera popularmente como el documento oficial— se exhibe en los Archivos Nacionales en Washington D. C. Esta copia manuscrita fue solicitada por el Congreso el 19 de julio y firmada el 2 de agosto.​

 

El contenido y la interpretación de la Declaración han sido objeto de mucha investigación académica. Por ejemplo, el documento justificaba la independencia de los Estados Unidos al enumerar los reclamos coloniales contra el rey Jorge III y afirmaba ciertos derechos naturales y legales, incluido el derecho de revolución. Una vez cumplida su misión original de anunciar la independencia, las referencias al texto de la Declaración fueron escasas en los años siguientes. Abraham Lincoln la hizo pieza central de su retórica (como en el discurso de Gettysburg de 1863) y sus políticas. Desde entonces, se ha convertido en una conocida reivindicación sobre los derechos humanos, en particular su segunda oración:

 

"We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights,

that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness".

Traducción:

Sostenemos como evidentes estas verdades:

que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables;

que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
 

 

 

LA GUERRA ANGLO-ESPAÑOLA DE 1779-1783  PARTE DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS. FUE UN CONFLICTO ENTRE ESPAÑA Y GRAN BRETAÑA POR LA INTERVENCIÓN A FAVOR DE LOS ESTADOS UNIDOS.

 

España, aliada con Francia a través de los Pactos de Familia (Carlos III, Borbón, era rey de España), vio la Revolución de las Trece Colonias como una oportunidad para debilitar al Imperio británico, que le había causado pérdidas importantes durante las guerra de los Siete Años. España comenzó a participar secretamente en el conflicto a partir de 1775 con la ayuda facilitada por el gobernador Luis de Unzaga y Amézaga quien continuó durante 1776 y meses después a través de la financiación, junto con Francia, de Roderique Hortalez et Cíe. (compañía creada por Unzaga,5​ su pariente Diego de Gardoqui y Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, en mayo de 1776 en Nueva Orleans y con sedes en Bilbao y Cádiz, para proporcionar suministros militares a los rebeldes).​ El recién nombrado secretario de Estado de Carlos III, el conde de Floridablanca, escribió en marzo de 1777: «el destino de los intereses de las colonias nos importa mucho, y vamos a hacer por ellos todo lo que las circunstancias lo permitan».

 


 
Ayuda a las Trece Colonias: 1776-1778

 

La ayuda española se suministra a las Trece Colonias a través de cuatro rutas principales: a través del puerto de Nueva Orleans y el río Misisipi, desde los puertos franceses, y desde el puerto de Bilbao con la financiación de los ricos empresarios bilbaínos.

 

Gracias a la libertad de comercio por el Mississippi, que permitió desde 1770 Luis de Unzaga y Amezaga, en Nueva Orleans comenzó el 22 de mayo de 1776,​ cuando el general Charles Lee envió a dos del Ejército Continental (el ejército de las Trece Colonias) y los funcionarios empezaron a solicitar los suministros, desde el gobernador de Nueva Orleans Luis de Unzaga. Unzaga, preocupado por contrariar abiertamente a los británicos antes que los españoles se prepararan para la guerra, y estuvo de acuerdo con ayudar a los rebeldes de las Trece Colonias en secreto. Unzaga autorizó el envío de la pólvora que necesitaban desesperadamente.​ Cuando Bernardo de Gálvez fue nombrado gobernador de Nueva Orleans en enero de 1777, continuó ampliando las operaciones de suministro.

A través de la casa Joseph de Gardoqui e hijos, España envió a los EE. UU. 6.150.000 reales de a ocho en efectivo, y órdenes de pago. Estas monedas, los célebres SPANISH DOLLARS, sirvieron para respaldar la deuda pública estadounidense. Estas monedas continentales y fueron copiadas dando origen a su propia moneda, el dólar estadounidense. Además, a través de la casa de Gardoqui se enviaron 216 cañones de bronce, 27 morteros, 238 cureñas, 30 000 mosquetes, 30.000 bayonetas, 51.314 balas, 300.000 libras de pólvora, 1. 868 granadas de artillería, 30.000 uniformes, 32.000 varas de paño, 18.000 mantas, 4.000 tiendas de campaña y más de 100 cajas de quinina y medicamentos, por un valor total de 946.906 reales. El ejército estadounidense, que ganó la batalla de Saratoga, fue armado y equipado por España, provocando la entrada de Francia en la guerra para apoyar la independencia de las Trece Colonias.

 

El patriota Benjamin Franklin informó desde París al Congreso Continental en marzo de 1777 que la Corte española en silencio había concedió a los rebeldes el acceso directo, anteriormente restringido, a La Habana como nación más favorecida. Franklin también señaló en el mismo informe que 3.000 barriles de pólvora estaban esperando en Nueva Orleans, y que los comerciantes de Bilbao «recibieron órdenes de enviarnos todos los artículos que pudiéramos necesitar».

 

 

Declaración de guerra

 

Los españoles habían sufrido graves pérdidas en contra de los británicos en la guerra anglo-española (1761-1763)  _guerra de los Siete Años_, y estas pérdidas, en gran medida influyeron para entrar en la guerra de Independencia de los Estados Unidos. Durante la guerra de los Siete Años, dos puertos comerciales de España, La Habana (en Cuba) y Manila (en Filipinas), fueron invadidas y ocupadas por los británicos en 1762. En el Tratado de paz de 1763, España recuperó La Habana mediante la cesión de la Florida, incluyendo San Agustín, que los españoles habían fundado en 1565. Como compensación, Francia cedió a España el enorme territorio de la Luisiana, y también quedaba bajo control español la ciudad de Nueva Orleans, un lugar clave para los intercambios comerciales hacia el interior de Norteamérica. España recuperó Manila después.

 

Las fuerzas españolas estaban formadas por regimientos fijos, como el de la Luisiana, al que pertenecía Bernardo de Gálvez, y milicias compuestas por voluntarios locales. Estas tropas se completaban con regimientos expedicionarios llevados desde la metrópoli.

 

Las acciones militares en las que intervino España abarcaron en Europa los escenarios de Menorca y Gibraltar, en Centroamérica Honduras, Nicaragua y Roatán, y en el Alto y Medio Mississippi los de San Luis en Missouri, San José en Michigan y el fuerte Carlos III en Arkansas, además de aquellos en los que Bernardo de Gálvez fue protagonista directo, en el Bajo Mississippi, el Golfo de México y las Bahamas. Excepto en Gibraltar, donde el largo asedio de tres años resultó infructuoso, en todos los demás escenarios la victoria fue para España.Gran Bretaña había planeado conquistar Nueva Orleans, eliminar a España del Golfo de México y configurar una tenaza estratégica de las colonias anglosajonas desde el Norte y el Sur. Sin embargo, la red de información tejida por los españoles permitió interceptar las órdenes del ejército británico, de modo que Bernardo de Gálvez pudo comenzar sus operaciones en el momento oportuno, contribuyendo a decidir el futuro de la independencia norteamericana.

 

Tras el acuerdo preliminar de paz firmado el 30 de noviembre de 1782 entre Gran Bretaña y Estados Unidos, los tratados definitivos fechados el 3 de septiembre de 1783 supusieron el reconocimiento internacional de la independencia de los Estados Unidos.

 

 

Comentarios:

En su Dictamen reservado dirigido a Carlos III, el Conde de Aranda señalaba que "esta república federal nació pigmea, por decirlo así, y ha necesitado el apoyo y fuerza de dos Estados tan poderosos como España y Francia para conseguir la independencia". Llegará un día en que crezca y se vuelva gigante, y  aún coloso temible en aquellas regiones. Entonces olvidará los beneficios que ha recibido de las potencias y  sólo pensará en su engrandecimiento.

El curso de la Historia dio la razón al militar y diplomático español, pero en los últimos años el olvido de la contribución española a su proceso de independencia está siendo sustituido por el reconocimiento del importante papel que desempeñó España en la denominada Revolución Americana.