Componentes del REW 31 asisten a los afectados en un choque frontal

Los militares del REW 31 en el lugar del accidente (Foto:MATRANS)

Los militares del REW 31 (Foto:MATRANS)

El tiempo de actividad física diaria del sargento Galán, el cabo Román, y los soldados Maroto y Rodríguez, destinados en el Regimiento de Guerra Electrónica nº 31, acabó de forma inesperada el 12 de julio, ya que tuvieron que aplicar sus conocimientos de primeros auxilios para ayudar a las víctimas de un choque frontal.

Mientras corrían por la zona del monte de El Pardo a primera hora de la mañana, escucharon un fuerte golpe. Al asomarse a la carretera, la M-506, que une la capital con este barrio madrileño, divisaron dos vehículos destrozados que acababan de colisionar.

Su reacción fue inmediata: mientras el sargento se ocupaba de regular el tráfico para evitar nuevos accidentes, uno de los soldados avisaba al 112. Los otros dos militares de tropa, junto al brigada Flores, que se unió a ellos alertado también por el ruido del impacto, se ocuparon de los heridos que, a pesar de lo espectacular del choque, estaban conscientes.

El conductor de uno de los coches presentaba una brecha en la frente, que ayudaron a taponar. La ocupante del otro vehículo se quejaba de dolor en el pecho y tenía una hemorragia en la nariz, todo como consecuencia del impacto del airbag. Mientras se personaban los servicios de emergencias, el brigada y el sargento trataron de tranquilizarla. Cuando llegaron los sanitarios, ayudaron a entablillarle el brazo izquierdo, que estaba fracturado.

Una vez que llegó la segunda ambulancia junto a los bomberos y la Guardia Civil, a quienes los militares explicaron lo ocurrido, regresaron a su acuartelamiento. Ese día, el rato de deporte había dado para mucho.