10 de agosto de 1557
BATALLA DE SAN QUINTÍN
En tierras francesas, las armas españolas obtuvieron uno de sus más famosos triunfos.
El 10 de agosto de 1557, se libró la batalla de San Quintín, entre los ejércitos de Felipe II, a las órdenes del Duque de Saboya, y las fuerzas francesas, mandadas por el Almirante Coligni y el Mariscal Montmorency.
El triunfo español fue debido esencialmente a la dirección de la batalla por parte del Duque de Saboya y a la extraordinaria actuación de la caballería del Conde de Egmont.
El joven ejército francés fue arrollado. El número de bajas causadas a los galos se cifró en unos quince mil hombres. Cogieron 4.000 prisioneros y se capturó gran cantidad de banderas y estandartes. Las pérdidas españolas fueron mínimas, gracias a la magnífica táctica desplegada por el Duque de Saboya.
De esta batalla escribió un historiador que "jamás se vio a un ejército más bien gobernado, obediente, disciplinado y unido".
Para conmemorar esta victoria se ordenó construir el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, una de las grandes obras arquitectónicas de la humanidad.