22 de marzo, DÍA MUNDIAL DEL AGUA: Juanelo Turriano.

  

 Busto de Juanelo Turriano. Museo del Ejército.
Busto de Juanelo Turriano. Museo del Ejército.

Hoy se celebra el DÍA MUNDIAL DEL AGUA.

La sede actual  del Museo del Ejército _inaugurado por S.M. el rey Don Felipe VI en 2010_  es el edificio Alcázar de Toledo, palacio que mandó construir con el aspecto que vemos en la actualidad el emperador Carlos V.  Para él trabajó el extraordinario relojero, astrónomo e ingeniero milanés Juanelo Turriano, quien fue protagonista de un hecho histórico que se expandió por toda Europa, pues se trataba de una exitosa obra con un artilugio ideado por Juanelo, para conseguir algo que nadie había logrado en aquella época: hacer llegar el agua de un río para las necesidades y abastecimiento de una ciudad, venciendo un desnivel de más de 100 metros de altura (se había conseguido elevar a un máximo de  48 metros, en toda Europa). Juanelo lo consiguió y esta gran proeza fue citada por muchos escritores del Siglo de Oro en sus obras.

DATOS HISTÓRICOS SOBRE EL ARTIFICIO DE JUANELO:

Toledo era una ciudad con una estupenda muralla, edificada sobre un gran montículo bordeado en gran parte por el río Tajo, que servía de foso natural. Llegó a ser la capital del Imperio Español, pero tenía una dificultad que  solamente los romanos habían logrado solucionar: el abastecimiento de agua. Para ello, los Romanos construyeron un acueducto de gran altura, y basándose en la ley de los vasos comunicantes, trajeron agua de un río de terrenos altos, que atravesaba el acueducto y volvía a elevarse, consiguiendo llevar agua a la ciudad. Este acueducto se hundió, y desde entonces la ciudad siempre tuvo problemas con el abastecimiento de agua, que remediaban malamente a través de "los aguadores", hombres que llenaban cántaros con el agua del río Tajo, los cargaban sobre un burro e iban repartiendo el agua de puerta en puerta, por toda la ciudad.

Juanelo Turriano ya trabajaba para el emperador Carlos V, a quien sucedió su hijo, Felipe II, quien comentó a Juanelo el grave problema que tenía la ciudad de Toledo con el agua y éste le contestó que él lograría solucionarlo. Construyó un artilugio hidráulico, se ayudó entre otras cosas de sus conocimientos en engranajes, y logró, por primera vez en la Historia, el 23 de febrero de 1569, elevar el agua hasta más de 100 metros, hasta el montículo donde se asentaba el Alcázar. Este gran éxito fue tan extraordinario que rápidamente se extendió la noticia por toda Europa.

Pero Juanelo había cometido un gran error al firmar el contrato de esta obra: en él constaba que él correría con todos los gastos, desde el principio hasta lograr que el agua subiera hasta lo alto del cerro del Alcázar (ello suponía: expropiaciones de terrenos, materiales de construcción, sueldos...).  Como estaba seguro de poder lograrlo, pidió préstamos enormes que acabaron ahogándolo, pues era la ciudad (su ayuntamiento) el que debía pagarle todos los gastos del Artificio, pero surgió un grave problema:  el agua  (unos 18.000 litros diarios, para 60.000 personas censadas) no iba directamente a la ciudad, sino al palacio real, el Alcázar, donde se almacenaba. Por este motivo, la ciudad (su ayuntamiento) se negó a pagar, pues veían que el agua era en realidad para el rey, y no para los ciudadanos, aunque desde el palacio, había un canal descendente que llevaba el agua hacia la plaza de Zocodover, para repartirla entre los ciudadanos, pero esto no cubría las necesidades de toda la población.

El pobre Juanelo llegó a ser famoso en toda Europa, pero estaba arruinado. Propuso entonces "a la ciudad" la construcción de un segundo artificio, y se reservó derechos para su explotación. La obra fue completada en 1581 y, aunque sí cobró esta vez, no pudo hacer frente a los costes de mantenimiento de la estructura, y terminó cediendo su control a la ciudad.

Juanelo murió en 1585  (solo, muy pobre y acusado por la Inquisición) y el Artificio tuvo complicaciones graves a partir de 1604. El rey decidió que el coste del mantenimiento no compensaba el beneficio (había mucha madera que se desgastaba  con el uso y necesitaba reparaciones constantes). La ciudad no quiso hacerse cargo de nada y la maquinaria se detuvo. Con el tiempo fueron desmantelándolo, para aprovechar los materiales en los palacios de Aranjuez, lujosa residencia de descanso de miembros de la casa real.

Abandonado y sujeto a expolios, la decadencia del Artificio se transformó en ruina y olvido, hasta el punto de que se desconocía  absolutamente todo sobre sus componentes y mecánica. El Artificio desapareció de la ciudad y de la memoria de los toledanos, tan sólo Juanelo y su sabiduría mecánica perduraron en la leyenda de su famoso  "Hombre de Palo" que dio nombre a una céntrica calle de la ciudad.

 

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  • Fotografía de los restos del Artificio de Juanelo

    Fotografía de los restos del Artificio de Juanelo. Mediados siglo XIX. Cuando el Tajo era un río.
    Fotografía de los restos del Artificio de Juanelo. Mediados siglo XIX. Cuando el Tajo era un río.
  • Maqueta del Artificio de Juanelo

    Maqueta del Artificio de Juanelo
    Maqueta del Artificio de Juanelo
  • Busto de Juanelo Turriano.

    Busto de Juanelo Turriano. Museo del Ejército.
    Busto de Juanelo Turriano. Museo del Ejército.
  • Aljibe

    Aljibe -y pozo de acceso- para almacenar el agua del río Tajo. Museo del Ejército. Sala de Historia del Alcázar.
    Aljibe -y pozo de acceso- para almacenar el agua del río Tajo. Museo del Ejército. Sala de Historia del Alcázar.