LA TOMA DE MENORCA

  

 Felipe V. Óleo sobre lienzo. Museo del Ejército.
Felipe V. Óleo sobre lienzo. Museo del Ejército.

5 de febrero de 1782

LA TOMA DE MENORCA

Fuerzas franco-españolas derrotan a los británicos y toman Menorca el día 5 de febrero de 1782.

La Declaración de Independencia de las 13 colonias americanas había provocado el apoyo español y francés a las tropas del General Washington.

Con idea de abrir un nuevo frente a los británicos en el Mediterráneo, se prepara la reconquista de Menorca.

Una flota de 70 navíos partió de Cádiz y se unió en Cartagena con otra francesa, navegando juntos hasta la isla de Menorca, sonando la alarma al ser avistados desde el punto más alto de la isla.

La fuerza franco-española desembarcó y se apoderó de las principales plazas de la isla, excepto las de Mahón y Ciudadela. Comenzó entonces un asedio que duró cinco meses, hasta que finalmente los ingleses se rindieron y entregaron la isla al Reino de España.

 

ANTECEDENTES:

LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA en Europa tuvo lugar entre 1701 y 1715.

Carlos II de España murió sin descendencia el 1 de noviembre de 1700. Había nombrado heredero a su sobrino-nieto Felipe de Anjou, quien ocupó el trono con el nombre Felipe V.

LA TOMA DE MENORCA se realizó entre el 14 y el 21 de septiembre de 1708 y fue llevada a cabo por un conjunto de fuerzas aliadas anglo-neerlandesas apoyadas por el arciduque Carlos de Austria, quien reclamaba para sí el trono de España en el conflicto de la Guerra de Sucesión Española. Los británicos ocuparon la isla de Menorca, que finalmente anexionaron a sus posesiones mediante el Tratado de Utrecht de 1713.

Desde 1702 existía una dura contienda sobre quién debía ocupar el trono de España, con británicos y anglo-neerlandeses apoyando al candidato austríaco, mientras que Francia y sus aliados se ponían al lado del pretendiente francés.

En 1.704 la flota anglo-neerlandesa había capturado GIBRALTAR y derrotado a una flota española en la Batalla de Málaga.

En realidad, para los británicos, el tema de la sucesión al trono español no fue más que una excusa para poder apoderarse de Menorca, ya que el puerto de su capital, Mahón, estaba considerado como el mejor puerto natural del Mediterráneo Occidental y era codiciado por ellos desde hacía tiempo para usarlo como base naval desde la que poder controlar el tráfico marítimo.

Los habitantes de la isla, la mayoría aragoneses austracistas, acogieron a los británicos y neerlandeses como liberadores, colaborando con ellos. Una semana más tarde, la escuadra hispano-francesa sitiada se rindió.

Los británicos ocuparon la isla y se hicieron con su pleno control, anexionándola oficialmente a sus dominios por el TRATADO DE UTRECH.

Menorca  se convirtió así en una base naval de enorme importancia dentro de la arquitectura de seguridad británica en el mar Mediterráneo.

Tras "cambiar de manos" en varias ocasiones a lo largo de los años, los británicos fueron dueños de la isla hasta 1802, en el que por el TRATADO DE AMIENS fue "definitivamente devuelta a España".