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Background

  • Precedentes

     

     Felice Gazzola

    La existencia de la actual Academia de Artillería es el resultado de un largo y celoso proceso de los artilleros por mejorar y actualizar su enseñanza, a través de un período que abarca desde la aparición de las primeras bombardas hasta la actualidad.

    Si bien la formación de los artilleros puede considerarse «empírica» en sus inicios, a medida que las bocas de fuego evolucionaron los monarcas fueron conscientes de la necesidad de «reglar» su docencia para nutrir a sus ejércitos reales de oficiales capacitados para el manejo de estas armas.

    Al margen de las precedentes escuelas como las de Burgos, fundada por Felipe II en 1542, así como las de Sevilla, Cádiz y Barcelona, puede considerarse que la enseñanza del Arma da su paso más transcendental y cualitativo gracias a la política ilustrada de Carlos III.

     

  • Fundación del Real Colegio de Artillería

    Antes de la revolución francesa, de la independencia de Estados Unidos o antes de que nacieran muchos de los países que hoy conocemos, surgió el Real Colegio de Artillería, inaugurado en tiempos de Carlos III, por el Conde de Gazola en el Alcázar de Segovia el 16 de mayo de 1764, lo que le ha convertido en la actualidad en el centro docente militar en activo más antiguo del mundo.

    Los sesenta primeros alumnos que ingresaron, así como los que les precedieron, cuya edad de ingreso oscilaba entre los 12 y 15 años no cumplidos, cifra que será variable en el tiempo, fueron instruidos para ser promovidos al empleo de subtenientes, siempre y cuando hubiesen cumplido al menos los 18 años. Para su ingreso, debían acreditar el correspondiente certificado de nobleza. A las duras condiciones de formación, se sumaron las climáticas de la región.

    Al margen de materias como cálculo, geometría, mecánica, fortificación y artillería, dibujo, esgrima, etc., desarrolladas en las aulas que al efecto se encontraban en el interior del recinto, se sumaban las de instrucción con los materiales propios de artillería en la Plazuela del Alcázar. Para los ejercicios de tiro, se desplazaban a la dehesa, situada en las inmediaciones de la actual «PCAMASA 2»; en 1868, ante la falta de espacio, se iniciaron las obras del actual acuartelamiento de Baterías. 

  • Traslado al antiguo convento de San Francisco

    Durante casi cien años el Real Colegio de Artillería permaneció en la fortaleza segoviana, excepto durante la guerra de la independencia, que la Academia tuvo que trasladarse a Sevilla, Menorca o Alcalá de Henares entre otras sedes.

    El incendio del 6 de marzo de 1862 obligó a que los cadetes se trasladasen al antiguo convento de San Francisco, donde permanece desde entonces hasta nuestros días.

    Por las aulas de la Academia de Artillería han pasado grandes científicos, grandes matemáticos y grandes héroes para convertirlas en un núcleo de modernización científica, industrial y educativa.

    Aquí nació la química industrial moderna y la industria tecnológica. Louis Proust descubrió la «Ley de proporciones definidas» cuando era profesor del Real Colegio de Artillería. También en la Academia de Artillería se realizó el primer vuelo de un globo aerostático con fines militares de la historia. 

  • Actualidad

    Conscientes de que no solo desde la tradición es posible avanzar con paso firme en la innovación, los artilleros españoles del siglo XXI continúan su labor de convertir el futuro en presente, combinando tradición e innovación.

    El impulso innovador de la Academia de Artillería continúa hoy en día para situarse a la vanguardia de la enseñanza militar, asentada en los planes del proceso de enseñanza-aprendizaje: formación basada en competencias, liderazgo modelo K2 y formación integral enmarcadas en la transformación digital.

    Además dispone de uno de los simuladores de fuegos más avanzados del mundo. 

     

    En la actualidad la Academia de Artillería es un centro docente militar compuesto por la instalación de «San Francisco», del «Polígono de Baterías» y el Campo de Maniobras y Tiro de «Matabueyes», cuya misión es la formación de los futuros oficiales y suboficiales del Arma, la impartición de distintos cursos de perfeccionamiento y el apoyo a la preparación de las unidades de la Fuerza mediante el Centro Artillero de Simulación.

    La Academia de Artillería depende directamente de la Dirección de Enseñanza, Instrucción., Adiestramiento y Evaluación, encuadrada a su vez en el Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra. 

  • La Academia de Artillería y Segovia.

    Desde su fundación como Real Colegio, existe una estrecha vinculación, hermandad y afecto reciproco entre la Academia y Segovia.

    La Academia de Artillería posee la «Medalla de Oro de la Ciudad» desde 1956 y su Ayuntamiento, desde 1952, concede a los oficiales del Arma que finalizan sus estudios el título de «Segovianos Honorarios», y a los suboficiales del Arma desde 1989. También posee la «Medalla de Oro» de la provincia de Segovia otorgada por la Diputación Provincial de Segovia en 1970.

    En 2014 el Ayuntamiento de Segovia, la Diputación Provincial de Segovia, el Patronato del Alcázar, la propia Academia de Artillería y empresas privadas, constituyeron la Fundación Biblioteca de Ciencia y Artillería, institución privada de interés general sin ánimo de lucro cuyos fines fundamentales son la catalogación, conservación, digitalización y difusión de los fondos pertenecientes a la Biblioteca de la Academia de Artillería de Segovia. 

     
  • Santa Bárbara

    En 2022 se cumplió el V centenario desde que el capitán de artillería, Juan de Terramonda, en Burgos, nombrara a Santa Bárbara patrona de los artilleros españoles, hecho avalado en el documento que se conoce con el nombre de «recibo de la pólvora» de 1522. Aunque seguramente el patrocinio de Santa Bárbara sobre los artilleros en España fuera anterior a esta fecha.

     

     

  • Biblioteca y museos

    La Academia de Artillería siempre se ha distinguido por su respeto a las tradiciones y, en consecuencia, por la conservación no solo de los objetos bélicos, sino también de todos aquellos relacionados con la ciencia, el arte y la cultura.

    La Biblioteca de la Academia de Artillería de Segovia comenzó a formarse en 1764 en el Alcázar de Segovia, sede del Real Colegio de Artillería, partiendo de los fondos de la Escuela de Artillería de Cádiz, la cual había asumido los fondos de la Real Sociedad Militar de Matemáticas de Madrid y de la Escuela Teórica de Artillería de Barcelona.

    La colección creció de forma admirable en la primera etapa del Colegio, estaba ubicada en la Sala de Reyes del Alcázar y contaba con 11.000 volúmenes. Tras el incendio del Alcázar, el 6 de marzo de 1862, la dejó reducida a 297 volúmenes que pudieron ser salvados de las llamas por los propios alumnos.

    Ya en el antiguo convento de San Francisco se consiguió recuperar e incrementar sus fondos, fundamentalmente con donaciones de los propios artilleros, siempre orgullosos de su Biblioteca.

    Aunque en la Academia ha existido una gran cantidad de objetos diseminados por sus diferentes dependencias, no fue hasta el año 1985 en que el Museo tomó el carácter expositivo que hoy nos muestra.

    En la actualidad el Museo de la Academia de Artillería forma parte de los Museos Militares del Ministerio de Defensa con la denominación de «Museo especifico militar de la Academia de Artillería».

    Hoy dispone de las siguientes salas: de armas portátiles, de materiales, de cohetes, de ciencias y tecnología. Además la Academia dispone de una Zona Noble que es digna de visitar.