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viernes 24 de febrero de 2023

Número: 03

Javier Hernández, Lugarteniente del Justicia de Aragón, transmite a los cadetes que para mandar bien, hay que saber convencer

Conferencia del Lugarteniente del Justicia de Aragón en la Academia General Militar

Lugarteniente del Justicia de Aragón

Lugarteniente del Justicia de Aragón

Cartel anunciador de la conferencia

Cartel anunciador de la conferencia

Un instante de la conferencia

Un instante de la conferencia

El Lugarteniente del Justicia de Aragón, Javier Hernández, impartió el pasado miércoles 22 de febrero la conferencia ´El valor de la magistratura moral. Un instrumento al servicio de los Defensores del Pueblo` en el salón de actos de la Academia General Militar dentro del ciclo de anual de conferencias de su Cátedra Miguel de Cervantes.

En su intervención ha hecho un repaso histórico de la institución, recordando que en las Cortes de Aragón celebradas en 1265 en Ejea de los Caballeros se acordó establecer una persona que sería la mediadora en los conflictos en los problemas que tuvieran los caballeros, los nobles con el rey y entre sí.

Esta figura se llamaría Justicia de Aragón o Justicia Mayor. Destacó que en contra de lo que muchos piensan, después de Juan de Lanuza aún le siguieron 15 Justicias más, aunque cada vez, tras el final que tuvo el citado, con menos prerrogativas.

En su intervención ha querido dejar claro que la figura actual del Justicia no imparte “justicia”. Aunque pueda parecer un juego de palabras, resalta que actualmente quienes tienen reservada constitucionalmente la función de juzgar y ejecutar lo juzgado, son los jueces y tribunales.

Sin embargo, el Justicia con sus sugerencias y recomendaciones ejerce una magistratura moral que contribuye a la existencia y consolidación de la justicia como valor superior de nuestra democracia. Para ello, ha señalado Javier Hernández, “se le reconoce la facultad de dirigirse a las administraciones públicas recabando información, buscando testimonios y adoptando resoluciones que no son imperativas en sí mismas, pero que son acatadas en la mayoría de los casos”.

Durante la charla también se ha referido a la figura del Ombudsman, que aparece en la Constitución sueca de 1809. Ha relacionado la autoridad moral con el concepto de la obediencia, señalando que el que te obedezcan por el convencimiento, y no sólo por la potestas de tu cargo, es fundamental para el buen ejercicio del mando.

En este sentido ha puesto como ejemplos de aplicación de esta autoridad moral los artículos 53 y 54 de la Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas, dedicados al estilo de mando y el liderazgo. Sobre el 54 “Liderazgo”, y cuyo texto señala que el Mando “Reafirmará su liderazgo procurando conseguir el apoyo y cooperación de sus subordinados por el prestigio adquirido con su ejemplo, preparación y capacidad de decisión” ha destacado que refleja de manera fiel la auctoritas que siempre ha de buscar el buen jefe para convertirse en un líder.

Finalmente, ha cerrado su intervención ante los cadetes transmitiéndoles el mensaje de que tienen que darse cuenta que como futuros oficiales del Ejército de Tierra y Guardia Civil al mandar deben tratar siempre de convencer, más que simplemente vencer.

 

Tras su intervención se abrió un intenso turno de preguntas de los cadetes al Lugarteniente que puso de manifiesto el interés de la audiencia en conceptos como potestas, auctoritas, liderazgo, o autoridad moral, tratados todos ellos durante la misma.