Academia de Artillería

Placa conmemorativa

Autoridades inauguración de la placa conmemorativa

Tcol. Torres dirigiendo unas palabras

 El pasado 8 de febrero se inauguró una placa que conmemora el paso del Real Colegio de Artillería por Alcalá de Henares (Madrid). Al acto acudieron el rector Magnífico de la Universidad de Alcalá, José Vicente Saz, el comandante militar de Madrid, Representante Institucional del Ejército de Tierra en Madrid, general de división Enrique Millán Martínez, el vicealcalde del Ayuntamiento de Alcalá, Miguel Ángel Lezcano López y en representación de la Academia de Artillería acudieron un nutrido grupo de profesores, encabezados por el teniente coronel Luis Miguel Torres Sanz, jefe de la sección departamental de idiomas del centro docente militar segoviano.

El Conde de Gazola fundó en 1764 el Real Colegio de Artillería en el Alcázar de Segovia y continuó allí hasta el 6 de marzo de 1.862, cuando el Alcázar se destruyó por un devastador incendio, el Real Colegio se trasladó al ex convento de San Francisco en Segovia. 

Pero, aunque el centro artillero casi siempre estuvo en Segovia, hubo unos cortos lapsos de tiempo que no lo estuvo: durante la Guerra de la Independencia, entre 1.808 y 1.813 se trasladó a Sevilla, Cádiz, Mahón y Palma de Mallorca. Tras la invasión de los «Cien Mil Hijos de San Luis» el Real Colegio se trasladó a Badajoz.

 En 1823, Fernando VII cerró todos los colegios y academias miliares, pero en 1828, debido a la falta de técnicos para «las Fábricas de Armas y Municiones, Maestranzas, Fundición de Cañones y toda clase de pertrechos de guerra», y porque el número de oficiales de artillería era muy escaso, el Real Colegio de Artillería reabrió sus puertas en Alcalá de Henares, ocupando el edificio conocido como «colegio de Málaga» (Colegio de San Ciriaco y Santa Paula), edificio de estilo barroco construido en el siglo XVII; edificio de 2 alturas, rematado por dos torreones y con un patio posterior. Actualmente el «colegio de Málaga» es la actual sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá de Henares.

El Real Colegio de Artillería era uno de los centros docentes más modernos y prestigiosos de Europa. En la reapertura del curso en Alcalá, el director general de artillería general Navarro Sangran, en el «Discurso de Inauguración» destacó la sólida formación que recibían los cadetes de la Academia, con especial dedicación a las matemáticas y a la geometría, su aplicación a la artillería, sin olvidarse de la física, la química, las lenguas castellana y francesa, la historia, la equitación, la esgrima e incluso el baile y señalaba, como dones a perseguir por los cadetes: «… estudio y actividad, saber y subordinación, arrojo y osadía».

Ante la posibilidad de que las tropas carlistas entraran en Alcalá, en 1837, el Real Colegio se trasladó temporalmente al Seminario de Nobles de Madrid para regresar finalmente al Alcázar de Segovia.