Brigada 'Aragón' I

Personal realizando tareas de rastreador

La Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVe) de Cataluña que integra a secciones de vigilancia de los Regimientos “Barcelona” 63 y “Arapiles” 62, se encuentra inmersa en la Operación Baluarte, cuyo objetivo principal es localizar e informar a posibles infectados por la COVID-19. Se trata de una tarea fundamental cuyo objetivo radica en ralentizar el ritmo de contagios en esta fase de la pandemia, y por ende, salvar el mayor número de vidas que nos sea posible.

Tras una primera fase de la Operación durante el año 2020, la Unidad ha vuelto a ser activada a principios de enero debido al aumento generalizado del índice de contagios. Se inicia así una segunda fase de la Operación para los rastreadores catalanes, en este caso la UVe de Valencia, que apoya a dicha Comunidad Autónoma, solicitó el refuerzo de la UVe “Cataluña”. El personal rastreador del RI 63 que ya estaba formado previamente, cuenta con los medios adecuados para mantener una comunicación eficaz con las personas afectadas. Además, esta formación se complementa con conocimientos ofimáticos y por supuesto, se requiere de un alto grado de empatía para relacionarse con las personas contagiadas.

El puesto de trabajo de cada rastreador cuenta con un ordenador y un teléfono para realizar las llamadas correspondientes durante el turno. A lo largo de estas semanas se ha observado diferencias relevantes en cuanto al grado de conocimiento en la forma de proceder. Por ejemplo el soldado Aguilera se ha encontrado con personas en un estado extremadamente nervioso que no tienen muy claro cómo actuar una vez se les confirma que son positivos en COVID-19. Mientras que la soldado Román comenta que la mayoría de las respuestas que ha recibido durante estos días han sido de personas que sabían perfectamente las directrices que debían seguir.

El sargento Pérez, jefe de un pelotón de rastreadores, menciona que hay una gran diferencia a la hora de establecer contacto con el personal joven y con el de más edad. Hay gente reticente a dar sus datos personales y otros que a priori tienen la intención de colgar. Sin embargo gracias a las habilidades sociales de nuestro personal, en la mayoría de los casos se consigue que el afectado se mantenga al teléfono y se pueda realizar el rastreo de la mejor manera posible. Pérez aboga por el compromiso y el esfuerzo: “si todos arrimamos el hombro, todos nos protegemos.”

Con la finalidad de preservar la salud de todos los españoles, los militares del RI 63 seguirán desempeñando sus funciones de forma impecable durante el tiempo que sea necesario. La alta moral de nuestros soldados, la ejemplar disposición para el servicio y la extraordinaria formación recibida, garantizan el cumplimiento de la misión y el éxito de la Operación Baluarte.