Brigada 'Aragón' I

El pasado viernes 12 de junio tuvo lugar el acto conmemorativo del 207 aniversario de la Batalla de las Eras, con la que dieron comienzo los dos sitios a los que el ejército napoleónico sometió a la ciudad de Zaragoza. Este acto se lleva a cabo de forma tradicional ante el monumento de Agustín Querol, ubicado precisamente en la Plaza de Los Sitios de la ciudad. Es un acto organizado por la Asociación Cultural “Los Sitios de Zaragoza” y auspiciado por el Ayuntamiento de la ciudad. El acto, de carácter cívico militar, contó con la presencia de diferentes instituciones del Gobierno Central, Municipal y de las representaciones diplomáticas de Francia y Polonia, así como de varias asociaciones culturales. 

                Fue presidido por el Delegado del Gobierno en Aragón, acompañado por Concejales del Ayuntamiento, el Cónsul de Francia en Zaragoza y el Agregado militar de la Embajada de Polonia. Por parte de las FAS, asistió el Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, así como representantes de distintas Unidades de guarnición en Zaragoza (Brigada de Caballería Castillejos II, Regimiento de Pontoneros y Especialidades, Asociación de Reservistas Españoles, Guardia Civil…). Destacó la Banda de Guerra de la Brigada de Caballería “Castillejos” II. 

                La presencia civil fue nutrida; con las asociaciones de recreación histórica “Voluntarios de Aragón” y “Húsares 1808”, grupo folclórico “Royo del Rabal”, “Asociación de Vecinos Tío Jorge” y casas regionales.

                La parte musical del acto fue llevada a cabo por el mencionado grupo folclórico “Royo del Rabal”, la Banda de las Canteras y de forma especial por la Banda de Guerra de la Brigada de Caballería “Castillejos” II. Ésta interpretó la pieza musical titulada “La Cinta Encarnada”, alusiva a los Sitios y compuesta por ellos mismos. Posteriormente procedió a reestrenar el vals-jota “El Baturro”, que fue parte del repertorio de las bandas militares a mediados del siglo XX. 

                Los discursos de las autoridades institucionales de las naciones presentes  mostraron claramente como los hechos bélicos que les enfrentaron en el pasado, son asumidos hoy día como parte de una historia común entre aquellos países que están conformando una nueva Europa. Es por ello que el homenaje a los caídos de todos los bandos que lucharon en Zaragoza, y que constituyó la parte central del acto, fue especialmente sentido. Se ofrendaron tres coronas de flores, una por cada nación (Polonia, Francia y España) tras lo cual se interpretaron los respectivos himnos nacionales. 

                La emotividad y el calor de un emocionado y orgulloso público, fue el lazo que envolvió este tradicional evento de la ciudad de Zaragoza.