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viernes 16 de octubre de 2020

Número: 27 / 2020

Los Ingenieros y el 300 aniversario de la Academia de Matemáticas de Barcelona

Los Ingenieros y el 300 aniversario de la Academia de Matemáticas de Barcelona

Los Ingenieros y el 300 aniversario de la Academia de Matemáticas de Barcelona

Los Ingenieros y el 300 aniversario de la Academia de Matemáticas de Barcelona

Los Ingenieros y el 300 aniversario de la Academia de Matemáticas de Barcelona

Los Ingenieros y el 300 aniversario de la Academia de Matemáticas de Barcelona

Los Ingenieros y el 300 aniversario de la Academia de Matemáticas de Barcelona

El 15 de octubre de 1720 inició su andadura la Academia de Matemáticas de Barcelona. Ayer jueves, 15 de octubre de 2020, se celebró en Barcelona el 300 aniversario de su creación.

La transcendencia de esta Academia de Matemáticas no es, lamentablemente, muy conocida. Se trataba de un centro de enseñanza militar, creado por el que fue el fundador del Cuerpo de Ingenieros siete años antes (1711), el Ingeniero General Don Jorge Próspero de Verboom, con la finalidad de proporcionar formación científica a los Ingenieros del Rey. Objetivo plenamente alcanzado.

Durante sus 83 años de existencia, se formaron en ella los ingenieros españoles que conformaron el territorio de la España del siglo XVIII y parte del XIX. Recordemos que, hasta principios de ese último siglo, no hubo en España otros ingenieros que los ingenieros militares. Ellos, con la formación recibida en la Academia de Matemáticas, no sólo llenaron de fortalezas los territorios españoles en Europa y América, sino que ampliaron puertos, crearon canales de riego, proyectaron y ejecutaron carreteras, tendieron puentes, construyeron edificios de universidades, edificios religiosos, lonjas, hospitales, urbanizaron ciudades (el ejemplo más inmediato a la Academia son precisamente las Ramblas, o el barrio de la Barceloneta), y levantaron la cartografía de buena parte de España y sus territorios.

Y si a principios del siglo XIX, en la España europea, fueron ya relevados de buena parte de esos cometidos por el recién creado Cuerpo de Ingenieros de Caminos y Canales, y por los arquitectos cuya formación se había empezado a realizar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, no así en los territorios americanos, donde esas labores continuaron siendo su responsabilidad a lo largo de este nuevo siglo.

Los actos de homenaje que tienen lugar en Barcelona buscan poner en valor la trascendencia de la enseñanza impartida en esta Academia de Matemáticas, reflejada en la enorme aportación al desarrollo cultural, social y económico que supusieron, a lo largo de más de un siglo (dos en las Américas) las obras de sus alumnos, los ingenieros militares. Resulta especialmente interesante la exposición sobre este 300 aniversario abierta en el edificio del antiguo Gobierno Militar de Barcelona, donde se puede apreciar la ingente labor realizada por estos ingenieros.

El acto de ayer jueves, el primero de una serie de eventos en Barcelona  organizados por el Centro de Historia y Cultura Militar Pirenaico, con el apoyo de la Jefatura de la Inspección General de Ejército, fue presidido por el JEME, tuvo como maestro de ceremonias al Coronel Rafael Matilla Páramo, Director de la Biblioteca del Centro de Historia y Cultura Militar Pirenaico, y contó con la presencia de representantes del mundo académico, del colegio de ingenieros civiles, y por supuesto militar, entre los cuales es de destacar, por el legado histórico de la Academia de Matemáticas, los Directores de las Academias de Artillería, Ingenieros y General Militar, la cuales, junto con la Escuela Politécnica Superior del Ejército, consideran la Academia de Matemáticas como su precursora. Más concretamente, la creación en Alcalá de Henares, en 1803, de la Academia de Ingenieros, fue su heredera y relevo directo.