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viernes 17 de abril de 2020

Número: 08 / 2020

17 de abril de 1711, antigüedad del Arma y del Cuerpo de Ingenieros.

Operación BALMIS - Foto RT 21

Operación BALMIS - Foto RT 21

Montaje Hospital de Campaña Sabadell - Foto REI 11

Montaje Hospital de Campaña Sabadell - Foto REI 11

Montaje puente Montblanc - Foto RPEI 12

Montaje puente Montblanc - Foto RPEI 12

 

Si bien la figura del Ingeniero Militar hunde sus raíces en los tiempos más remotos, no fue hasta el 17 de abril de 1711 que, por encargo del Rey Felipe V, y a propuesta del Ingeniero General D. Jorge Próspero de Verboom, es aprobado el proyecto de organización del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Esta fecha está considerada como la Antigüedad del Arma de Ingenieros. 

La organización de un Cuerpo de Ingenieros surgió como consecuencia de la progresiva disminución del número de Ingenieros Militares en España. Eran muchas las causas de esta escasez, pero probablemente las de mayor influencia fuesen la desaparición de las Academias donde se formaban, la falta de atención a sus necesidades, y la ausencia de reconocimiento de sus aptitudes y  conocimientos.

Así, en plena Guerra de Sucesión, cuando más acuciante era su falta, el entonces Ingeniero Mayor de los ejércitos españoles en Flandes, es llamado a la metrópolis con el encargo de organizar el Cuerpo. Dos años más tarde, por medio de un Real Decreto sancionado por Felipe V en Zaragoza, ve la luz el Cuerpo de Ingenieros Militares. El Real Decreto proporciona el tan ansiado reconocimiento. Pocos años más tarde, también Verboom, pone fin a otra de las causas de su escasez con la creación de la Academia de Matemáticas de Barcelona, de la que este año se cumple el 300 aniversario.

Desde unos tres siglos antes del 1711, y hasta prácticamente un siglo después, no hubo en España otros ingenieros que los militares. No es hasta 1799 que se materializa la distinción entre la ingeniería militar y la civil con la creación del Cuerpo de Ingenieros de Caminos y Canales del Reino.

Durante esos cuatro siglos, la aportación del Ingeniero Militar al avance tecnológico, y al progreso de la sociedad española fue constante, esencial y difícilmente mensurable. Pero incluso después de la aparición de la ingeniería civil, la relevancia de los Ingenieros Militares en el desarrollo tecnológico de España no cesa, sembrando soluciones inicialmente en el Ejército y adaptándolas posteriormente a su uso en el conjunto de la sociedad: la aviación, el automovilismo, la telegrafía, el alumbrado eléctrico, la radio, y muchos más ejemplos que se podrían citar, por no mencionar  creaciones directamente en el seno de la sociedad civil como la de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, la del Instituto Geográfico Nacional, la del Cuerpo de Inspectores de Trabajo, o la invención del tren TALGO.

Aportaciones a la sociedad que ponen en valor el infatigable espíritu de innovación del Ingeniero Militar, pero que a la vez reflejan su vocación de servicio a los demás.

En este 309º aniversario, en situación de alarma nacional, los Ingenieros vuelven a hacer gala de esa vocación y espíritu, desempeñando labores que exigen una excelente preparación y una gran especialización. Ejemplo de ello son el montaje de hospitales tanto de campaña como semipermanentes, como es el caso de los montados en Segovia, Sabadell, Barcelona y en distintos puntos de Madrid, el refuerzo de capacidades del Hospital Central de la Defensa, la instalación de puentes, como en el caso del tendido en Montblanc (Tarragona), desaparecido tras una devastadora riada y crucial para el acceso a una empresa alimentaria. El desarrollo de un sistema de descontaminación robotizado, un proyecto innovador en el que confluyen las capacidades logísticas del PCMMI, las de ingeniería del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos, y la destreza de los operadores del robot Teodor del Centro Internacional de Desminado, es una buena muestra de la maestría en la adaptación de soluciones militares en beneficio de la sociedad civil.

Al igual que en beneficio de la sociedad son las innumerables actuaciones de desinfección, y también de descontaminación, en hospitales como el Infanta Leonor en Valencia o el 12 de Octubre en Madrid, en multitud de residencias de mayores, en centros médicos, también en centros penitenciarios, y en organismos públicos como el Centro de Comunicaciones de la ONU en Quart de Poblet, o en apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a través de patrullas de control en más de medio centenar de localidades, de vigilancia de infraestructuras críticas como la Central Nuclear de Cofrentes, de polígonos industriales en varias provincias, o con apoyo logístico como es el caso del prestado para el traslado de material sanitario incautado.

Incluso aquellas que dan lo mejor de sí prestando su servicio permanente: el Cuerpo de Ingenieros Politécnicos vigilando que el estado de aquellas de nuestras infraestructuras cedidas en apoyo de la población civil sea el óptimo; los CECOM,s. manteniendo a pleno rendimiento la infraestructura CIS, esencial para el desarrollo de la Operación BALMIS; o las unidades de guerra electrónica estratégica,  permitiéndonos centrar el esfuerzo donde se está librando la batalla, mientras mantienen nuestras espaldas seguras.

En definitiva, todas las Unidades del Arma de Ingenieros y el Cuerpo de Ingenieros Politécnicos, orgullosos de ser requeridos en auxilio de nuestra población, ponen su grano de arena, a través de la Operación BALMIS, en la lucha que está librando toda la sociedad española.

¡Ingenieros Militares, celebremos este año nuestro aniversario trabajando tenaces, con fortaleza, lealtad y valor!