Regimiento de Infantería 'Galicia' 64 de Cazadores de Montaña

La nieve acompañó durante todo el rodaje

Los tres pilotos practicaron técnicas de montaña

Las acrobacias 'freestyle" exigen una buena preparación física

Las actividades que requieren un alto grado de especialización exigen una preparación constante, tanto física como técnica, así como una gran mentalización, lo que nos permite persistir en los esfuerzos: la moral.

Una de esas actividades con exigencia extrema es el “Motocross Freestyle”, conocido como FMX. Seguro que hemos visto muchas veces los espectaculares saltos en moto en los que, partiendo desde una rampa que les permite alcanzar una considerable altura sobre el suelo, realizan arriesgadas evoluciones sobre sus motocicletas. Tres pilotos profesionales de FMX, ávidos de aventuras, recorren el territorio español buscando pruebas a superar. Siguiendo este hilo argumental se ha grabado el capítulo piloto de una nueva serie para la que la productora leridana “Gold Riding” ha elegido al Regimiento de Cazadores de Montaña “Galicia” 64. La convivencia con otros profesionales que, al igual que los pilotos, tienen en una exigente preparación la constante de sus vidas, formará parte de la trama de cada uno de los capítulos de la serie.

Durante una jornada, estos deportistas de élite se han visto expuestos a la dura preparación del día a día de las Tropas de Montaña.

Al amanecer de un día cualquiera de este frío invierno, los tres pilotos de FMX, despiertan de sus sueños de realizar piruetas imposibles, en un alojamiento de la BASED Oroel, dispuestos a comenzar la jornada con la preparación física de los Cazadores. Pero el día depara una sorpresa: la nieve les va a acompañar durante la experiencia, lo que va a poner a prueba, más si cabe, la resistencia de estos deportistas de élite. Una carrera por los caminos nevados de Jaca servirá para calentar los músculos. La recogida del pesado equipo, que tendrán que soportar durante toda la instrucción, y el equiparse, se convierte en una prueba en sí misma. Después vendrán las sesiones de combate cuerpo a cuerpo, paso de pista, rappel, descenso en rapel, combate en nieve...

Tras muchas horas de instrucción el día resulta duro, muy duro. Pero es admirable cómo estos profesionales, ajenos por completo a este mundo, se han integrado con los Cazadores. Aunque en sus miradas permanece ese cierto brillo de locura, necesaria para realizar sus arriesgados saltos imposibles, también han demostrado que la disciplina y la moral inquebrantable guían sus carreras, que son esos mismos valores los que permiten alcanzar los objetivos, ya sea realizando un “Inside roll” sobre la moto, a 10 metros de altura sobre el suelo, o cumplir la misión de los Cazadores de Montaña.