En el Museo del Ejército hay una gran colección de armamento, formada por piezas de artillería, armas de fuego portátiles y armas blancas.
¿Sabías que la colección de artillería del Museo es la más completa de Europa? Se conservan unas 800 piezas entre las que se encuentran las piezas más antiguas, que tienen más de 700 años, hasta piezas más modernas. Las hay de muchos tamaños, y las más grandes llegan a pesar más de 6.000 kilos, como “la Guadalupe".
Bombarda s. XV
Esta bombarda es una de las piezas más antiguas de la colección. Está fabricada en hierro fundido, tiene varias argollas para poder manejarla y, también, como mira para orientar el disparo. Se trata de una de las primeras piezas diseñadas para el uso de pólvora.
Lantaca Filipina, s. XIX
La colección de artillería del museo también cuenta con piezas procedentes de otros países y territorios y que tienen sus propias peculiaridades. Esta es una lantaca procedente de las Islas Filipinas. Las lantacas son piezas de pequeño tamaño que suelen ir muy decoradas con todo tipo de elementos entre los que destacan animales fantásticos como serpientes aladas en forma de asa o, como esta, en la que podemos ver pequeños pájaros posados sobre la boca del cañón o sobre la base.
El museo conserva una colección de armas de fuego formada por más de 5000 piezas que van desde el siglo XV hasta nuestros días. Encontramos armas de uso militar y también armas de uso civil y, algunas de ellas, tienen historias interesantes y decoraciones sorprendentes.
Algunas piezas destacadas son:
La pistola francesa de pedernal diseñada por Nicolas Noel Boutet (1761-1833), director de la fábrica de armas de Versalles durante el reinado de Luis XVI.
La pistola-trabuco con doble cañón del general Antonio Caballero (mediados del s. XIX,) hecha en madera, hierro y oro y decorada con dos lagartos de bronce sobre los dos cañones.
La carabina o rifle Winchester de origen estadounidense para tiro deportivo que perteneció al presidente del gobierno Práxedes Mateo Sagasta.