Army General Inspectorate

Unidad de Música de la IGE. (Foto: OC-IGE. Sdo Tarancón)

La Basílica desde el Altar. (Foto: OC-IGE. Sdo Tarancón)

Otro aspecto de la Basílica. (Foto: OC-IGE. Sdo Tarancón)

Ayer, 15 de diciembre, se celebró en la Basílica de la Mercè el tradicional concierto de Navidad ofrecido por la Unidad de Música de la Inspección General del Ejército. El concierto congregó a más de 400 personas que completaron el aforo de este emblemático templo de la ciudad condal.

El programa musical, de contenido cien por cien navideño y con gran protagonismo de la familia Strauss, incluía valses, polkas, marchas y un popurrí de villancicos populares y clásicos. Composiciones tan conocidas como el Vals de las flores, la Marcha persa, la polka Rayos y truenos, el villancico Adeste Fidelis, el Aleluya de Händel o la Marcha Radetsky, arrancaron momentos muy emotivos y un largo aplauso de los asistentes que quedaron admirados de la calidad artística de los 32 instrumentistas de la Unidad de Música de la Inspección General sabiamente dirigidos por el teniente músico Armando Bernabeu.

El éxito de público alcanzado el año pasado y las condiciones plásticas y acústicas de la Basílica de la Mercè han sido determinantes para repetir este año el escenario del concierto de Navidad, el cual puso fin al programa musical que la Jefatura de la Inspección General del Ejército ha organizado para el año que termina.

Con este concierto, han sido un total de 25 los ofrecidos este año. Diecinueve se han celebrado en Barcelona, y han sido seis los realizados en otras ciudades de la geografía catalana como Girona, Llagostera -en la Masía “Cam Llambí”, importante localización de la película “Ocho apellidos catalanes”-, la localidad ilerdense de Tremp, en San Andreu de Llavaneres, en Tarrasa y en la Seu d’Urgell. De los celebrados en Barcelona, la mayoría se han realizado en el Palacio de Capitanía General, si bien este año se han explorado otros espacios como el Palau de la Música Catalana, el Auditori AXA, la capilla castrense de la Ciudadela y más recientemente el Moll de la Fusta.