Regimiento de Transmisiones 1

El Regimiento de Transmisiones 1, aunque oficialmente joven en su denominación, hereda un linaje de tradición militar que hunde sus raíces en el antiguo Real Cuerpo de Ingenieros, creado en el siglo XVIII. Este cuerpo pionero aunaba funciones operativas, como la organización del terreno y el ingenio táctico, con facultades técnicas especializadas —zapadores, minadores y transmisiones— convirtiéndose en piedra angular de los desarrollos logísticos y defensivos del Ejército español.

RAÍCES HISTÓRICAS

En 1904 se funda el Centro Electrotécnico y de Comunicaciones (CEYC) en Carabanchel Alto, reconocido como la cuna de las transmisiones militares. En él se profesionalizó la telegrafía eléctrica, la radio y el automovilismo, sentando las bases de la especialidad. A lo largo del tiempo fueron apareciendo unidades precursoras como el Batallón de Telégrafos (1884) o diversos Regimientos y Centros de Transmisiones, hasta cristalizar en los actuales regimientos de la especialidad.

CRACIÓN DEL RT-1

La herencia más inmediata del RT-1 se encuentra en el Regimiento Mixto de Ingenieros nº 1, creado el 1 de febrero de 1966 dentro de la División Acorazada “Brunete” nº 1. Éste se nutrió de personal de los disueltos Batallones de Zapadores y Transmisiones de la División Guadarrama nº 11 y se estableció en Carabanchel Alto (Madrid). El 10 de junio de 1984 recibió su Bandera, apadrinada por el alcalde Enrique Tierno Galván. En 1986 pasó a denominarse Regimiento de Ingenieros nº 1, trasladándose dos años más tarde a Colmenar Viejo y, en 1996, a la Base “Cid Campeador” en Burgos, donde fue presentado oficialmente el 19 de junio.

Ese mismo año, por Resolución 164/1996 de 30 de septiembre, se ordena la creación del Regimiento de Transmisiones nº 1 (RT-1) sobre la base del Batallón de Transmisiones II/1. El 1 de noviembre de 1996 causa alta como Unidad Orgánica del Ejército de Tierra con sede en Burgos, y el 16 de enero de 1997 celebra su constitución en armas.

TRAYECTORIA DEL REGIMIENTO

Desde entonces, el RT-1 ha experimentado diversas adaptaciones orgánicas. En 2002 pasó a depender de la Brigada de Transmisiones (BRITRANS), en 2005 retornó a la División Mecanizada “Brunete” nº 1, y tras su disolución en 2006 quedó de nuevo encuadrado en la BRITRANS. Ese mismo año, el 13 de noviembre, recibió en Burgos su Estandarte Nacional, donado por el Ayuntamiento y entregado por S.A.R. la Infanta Cristina.

En 2015 asumió la herencia del Regimiento de Transmisiones nº 2, integrando su Batallón I/2 como Batallón II/1, heredero de la tradición de la antigua UTFAR y de su intensa participación en misiones internacionales. El 1 de enero de 2021 pasó a depender de la División “Castillejos”, y en el segundo semestre de ese año trasladó su cabecera a Huesca. Finalmente, en enero de 2022, la Plana Mayor se estableció en el Acuartelamiento Sancho Ramírez, el Batallón I/1 de Burgos pasó al RT-21 en Valencia y el Batallón II/1 se renombró Batallón I/1, quedando como único batallón del RT-1.

La trayectoria del Regimiento no se mide solo en cambios orgánicos. En sus primeros años estuvo vinculado al Eurocuerpo, con un batallón integrado en su red de comunicaciones junto a unidades francesas, alemanas y belgas. En el ámbito internacional, su primera operación fue Bosnia-Herzegovina en 1997 (SPABRI-V), a la que siguieron Kósovo, Afganistán, Irak, Líbano, Uganda, Mali, Letonia, Polonia y Eslovaquia, entre otras.

SÍMBOLOS Y TRADICIONES

El RT-1 ha forjado también una identidad propia en símbolos y tradiciones. En 2009 adoptó su grito de unidad:

— Coronel: ¡SOMOS!

— Todos: ¡UNO!

— Coronel: ¡SOMOS!

— Todos: ¡EL UNO!

— Coronel: ¡POR LA EXCELENCIA!

— Todos: ¡A LA VICTORIA!

En 2010 se aprobó su contraseña musical, y en 2012 un nuevo escudo, con el sable representando el secreto de las comunicaciones, el grifo como símbolo de adaptación, y la evocación de Filípides, mensajero de la victoria en Maratón. Todo ello bajo el lema que lo define: “Por la excelencia, a la victoria”.

Hoy, el Regimiento de Transmisiones 1 mantiene vivo el espíritu heredado de sus antecesores y la vocación divisionaria que lo caracteriza. Conjugando tradición y modernidad, su personal continúa representando con orgullo a la unidad en cualquier escenario, nacional o internacional, en defensa de España y al servicio del Ejército de Tierra.