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La cuadratura del circulo
miércoles 18 de marzo de 2020
Número: 96
Alguna vez se ha preguntado por qué le toca a una unidad o a otra desplegar en una determinada fecha y en un escenario concreto? Lejos de ser algo aleatorio o casual, la razón que hay tras esa designación es fruto de un complejo encaje de piezas, que tiene que permitir dar respuesta a todos los compromisos que las unidades del Ejército de Tierra tienen a nivel interno e internacional. Y no es algo sencillo, si se tiene en cuenta que no son pocos entre operaciones en el exterior —bajo bandera OTAN, Naciones Unidas y Unión Europea—, participación en estructuras multinacionales, apoyo a autoridades civiles, y los planes permanentesy de contingencia nacionales que obligana mantener fuerzas disponibles en tareas de vigilancia y presencia.
El plan de disponibilidad
se actualiza para contemplar
nuevos escenarios.
Para cuadrarlo todo es necesario un concienzudo estudio, del que el resultado más tangible es el denominado Plan de Disponibilidad, donde se refleja la sucesión de unidades y qué nivel de adiestramiento debe alcanzarse en cada una de las fases que hay marcadas. De esta forma, se establece un ciclo periódico que gradúa la disponibilidad de las unidades del Ejército de Tierra de forma que este sea capaz de proporcionar, con plenas garantías y en tiempo oportuno, las capacidades que el JEMAD le requiera.
La puesta en marcha de la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF, en sus siglas en inglés), en 2016, introdujo un nuevo factor a tener en cuenta a la hora de ajustar las piezas del puzle, que requirió una revisión del plan vigente. El resultado, ya en aplicación tras meses de estudios y un año de pruebas, es un nuevo ciclo de disponibilidad que trata de combinar, de forma óptima, la disponibilidad de las unidades para hacer frente a los compromisos adquiridos, su grado de preparación y el turno de rotación en despliegues en operaciones. Un turno en el que entran a jugar todas las brigadas y comandancias del Ejército.
Un ciclo de tres años
El cambio más significativo ha sido el paso de un ciclo de dos años con cuatro fases semestrales (preparación 1 y 2, respuesta inmediata y alta disponibilidad), a uno de tres años con tres fases (adiestramiento general o stand up, respuesta inmediata o stand by, alta disponibilidad o stand down).
En la primera, las unidades llevan a cabo el adiestramiento general desde el nivel compañía, pasando por el nivel batallón o grupo táctico interarmas, hasta completar, en su caso, el adiestramiento de entidad brigada (interarmas), alcanzando para cada caso el nivel de adiestramiento definido, ya sea suficiente o deseable. En la de repuesta inmediata, en territorio nacional todavía, quienes participen en una misión empezarán con el Periodo de Adiestramiento Operativo (PAO, el famoso 4+2) hasta alcanzar un nivel de adiestramiento óptimo. Y en la fase de alta disponibilidad, tendrá lugar el despliegue.
Además, las brigadas que estén en fase de preparación no tendrán ningún compromiso ni despliegue en ese periodo, a partir del ajuste que se hará efectivo en junio de 2020. Con el nuevo diseño también se han casado los compromisos internacionales con los nacionales en cada una de las fases. Como norma general, los relevos se producirán en mayo y noviembre (salvo enlos casos de Letonia y Turquía, que serán en enero y julio).
Brigadas y refuerzos
En cada fase del ciclo se encontrarán desarrollando sus actividades dos brigadas de proyección y un núcleo de refuerzo vinculado de manera permanente a ellas. Este núcleo de refuerzo estará organizado sobre la base de las fuerzas de presencia y de respuesta inmediata. Estos tres “peones” serán la base para la generación de los principales contingentes anuales. Este ciclo genérico no será de aplicación a las unidades de combate, apoyo al combate y de apoyo logístico al combate, no encuadradas orgánicamente en las brigadas de proyección, fuerzas permanentes o de entrada inicial, ya que debido a sus particulares características disponen de ciclos de disponibilidad específicos, incluyendo las unidades de apoyo logístico al combate del ámbito de la Fuerza Logística Operativa.
Las unidades del Ejército tendrán que combinar la generación de contingentes para zona de operaciones con otros esfuerzos: el de la puesta a disposición permanente de un paquete de fuerzas que el JEMAD requiere para hacer frente a dos tipos de operaciones. Por un lado, las permanentes, de presencia y vigilancia en el territorio nacional y espacios marítimos y aéreos de soberanía e interés nacional, así como de ciberdefensa y de colaboración y apoyo a las autoridades civiles. Por otro, las de reacción, que se desencadenan como respuesta a una crisis, tanto para actuar en la defensa de España como fuera del territorio nacional, bajo mando y con medios exclusivamente nacionales, incluidas las de seguridad cooperativa, o bien en el marco multinacional o bilateral con aliados y socios.
Este conjunto de unidades, cuarteles generales o elementos de mando y capacitadores transferidos —procedentes del Ejército de Tierra, pero también de la Armada y el Ejército del Aire— deben reunir unas condiciones específicas de preparación y alta disponibilidad, puesto que constituyen los Núcleos de Fuerza Conjunta que se tiene para reaccionar ante cualquier compromiso o contingencia de forma inmediata.
El nuevo ciclo de disponibilidad del Ejército de Tierra ha organizado las grandes unidades en tres grupos que van asociados a los Núcleos de Fuerza Conjunta. Así, en el grupo de Fuerzas de Presencia están incluidas la Brigada “Canarias” XVI y las Comandancias Generales (de Baleares, Ceuta y Melilla), que son las que aportan unidades a las operaciones permanentes de vigilancia, seguridad y presencia. No obstante, también pueden generar contingentes para operaciones en el exterior o para operaciones nacionales de reacción ante una crisis.
En el grupo de Fuerzas de Reacción Inmediata y Entrada Inicial se sitúa la Brigada “Almogávares” VI. Esta unidad debe tener en todo momento una agrupación táctica preparada para emplearse donde el JEMAD considere necesario, estando especialmente orientada a operaciones de reacción en el ámbito nacional.
El tercer grupo es el de Fuerzas de Proyección, donde se incluyen las Brigadas I, II, VII, X, XI, y XII, están fundamentalmente enfocadas a las operaciones de reacción con socios y aliados en organizaciones de seguridad y defensa, aunque contribuyen tanto a las operaciones de reacción en el ámbito nacional, como a los despliegues en el exterior.
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