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De la Gimnasia a la Educación Física

martes 2 de abril de 2019

Número: 78

La ECEF celebra su primer centenario.

Más de 8.000 alumnos han pasado por las aulas de la Escuela Central de Educación Física (ECEF) desde su creación, en 1919, por iniciativa del ministro de la Guerra, general Villalba. Ya entonces deporte y milicia estaban muy vinculados, como evidencia el hecho de que varios militares acudieran a representar a España en los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna.

 

 

El deporte se iba haciendo un hueco dentro de la formación académica, pero no solo en el ámbito del Ejército. Prueba de ello es que, a mediados de la década de los 20, se declaró reglamentaria para regir la Educación Física en las Escuelas Nacionales de primera enseñanza la Cartilla Gimnástica Infantil, redactada y editada por la Escuela Central de Gimnasia, y los inspectores y maestros de Primera Enseñanza en Educación Física se formaban allí. También apareció la Cartilla para la Instrucción Física del Soldado, conforme al Reglamento de Instrucción Física para el Ejército, redactado asimismo por la Escuela.

La ECEF, convertida hoy en centro de primer nivel, nace como Escuela Central de Gimnasia en las instalaciones provisionales del Polígono de Tiro de Toledo. Las clases se desarrollaban en las aulas del Alcázar de Toledo, y en los terrenos del Polígono de Tiro y del Campamento de los Alijares. En 1927 se inició la construcción de unas instalaciones deportivas, que fueron únicas durante décadas, en unos terrenos próximos al centro histórico de Toledo; varios edificios, pistas y un gimnasio —que fue uno de los primeros de España—, las conformaban.

Con respecto a su denominación, en octubre de 1939 cambió de nombre y pasó de Escuela Central de Gimnasia a Escuela Central de Educación Física, por considerarse que la gimnasia educativa era tan solo una de las subdivisiones del concepto general de Educación Física y, por tanto, la nueva denominación era más adecuada.

Foto antigua de la ECEF

Fue por aquellos años cuando se creó en la Escuela la Compañía de Experiencias, germen de los actuales Centros de Alto Rendimiento deportivos. Su finalidad era que los miembros de esta unidad pusieran en práctica planes de entrenamiento, programas de alimentación determinados, etc., y evaluar los cambios en su rendimiento al seguirlos.

También en la década de los 40 se convierte en el embrión de la actual Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales, al albergar la Unidad de Alta Montaña, donde se practicaba esquí y escalada.

Su traslado, en 2001, al acuartelamiento de la Academia de Infantería, por la enajenación de los terrenos que ocupaba por parte del Ayuntamiento de Toledo, supondría tan solo un cambio de ubicación, pero no de rumbo. La Escuela —que en algunas etapas ha sido centro independiente, otras ha estado integrada en Academia de Infantería (como una jefatura más) y, en la actualidad, depende de la Escuela de Guerra del Ejército—, sigue cumpliendo los cometidos para los que nació: la formación en el ámbito de la Educación Física del personal responsable de la instrucción física en la Fuerzas Armadas, así como en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional o Guardia Civil). Además, es el principal órgano asesor del Mando en materia de Educación Física, dentro del ámbito de las Fuerzas Armadas. En este sentido, imparte los cursos de profesor, instructor y monitor de Educación Física (para oficiales, suboficiales y tropa, respectivamente), y las jornadas de instructor de tiro, Combate Cuerpo a Cuerpo e Intervención no Letal y de preparación física operativa.

Foto antigua de la ECEF

Otra de sus tareas fundamentales es la colaboración en la dirección técnica de campeonatos deportivos militares especialmente complejos, como son el de Pentatlón Militar y el de Patrullas. También en el de Judo y Esgrima del Ejército de Tierra, que se celebran habitualmente en la Escuela.

 

Sintonía con el ámbito civil

En estos 100 años, la Escuela ha logrado hacerse un hueco destacado dentro del ámbito académico deportivo. Así lo demuestra el hecho de que su personal participe en conferencias y simposios para aportar la visión especializada del deporte militar o del entrenamiento físico específico del militar, y sus docentes asistan a foros y cursos de interés para mantenerse actualizados.

La ECEF también mantiene una relación fluida con universidades como la de Castilla-La Mancha, la Europea de Madrid y la Politécnica de Madrid, para actualización del profesorado, compartición de proyectos de investigación o realización de másteres.

Esa buena sintonía le ha valido varios reconocimientos a lo largo de su historia. El más reciente, la Medalla de Oro de la Ciudad de Toledo (enero 2019), concedida por su contribución a la enseñanza de la actividad deportiva en los ámbitos militar y civil, así como su presencia en la vida social toledana.

Esta distinción se suma a otras anteriores como el Premio del Consejo General de Colegios Oficiales de la Educación Física y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de España (2010); la Placa de Oro al Mérito Deportivo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (1997); o la Placa de Oro al Mérito Deportivo de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes (1969).

El trabajo de la ECEF exige una constante puesta al día de los conocimientos, especialmente en el ámbito de la preparación física operativa, necesarios para mantener una enseñanza de excelencia. Uno de sus retos de cara al futuro para conseguirlo es impulsar la investigación para aportar que se planteen en dicho ámbito.