Un cabo salva a un hombre de morir atragantado

Fotografía oficial del cabo García

El cabo García, destinado en la Sección de Plana Mayor de Mando del Regimiento de Artillería de Campaña nº 11 –del Mando de Artillería de Campaña– se encontraba de permiso, el 8 de octubre, comiendo con su pareja en un restaurante de Guipúzcoa, cuando un hombre sentado en la mesa de al lado comenzó a presentar signos de atragantamiento.

Al darse cuenta de la situación de peligro, el cabo no dudó y acudió rápidamente en su ayuda, practicándole la maniobra de Heimlich. “El hombre, de unos 45 años, intentaba sacarse el trozo de carne con sus manos y ya empezaba a ponerse algo amoratado”, explica.

Una vez evitado el peligro, se quedaron unos minutos con él y su acompañante, tranquilizándole después del susto vivido. “La verdad es que no me lo pensé dos veces y aunque la teoría la sabes, luego hay que enfrentarse a la situación real. Sientes una mezcla de miedo por lo que podía haber llegado a pasar y a la vez orgullo”, señala el cabo García.

Una rápida intervención gracias a la cual no hubo que lamentar males mayores.