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FINALIZA LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN KOSOVO CON EL RETORNO DE LOS ÚLTIMOS MILITARES DESPLEGADOS EN LA ZONA.

martes 22 de septiembre de 2009

Número: 629

Beatriz Gonzalo/Getafe (Madrid)

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El avión en el que regresaban los últimos militares españoles desplegados en Kosovo tomó tierra el sábado 19 de septiembre a las 12:52 de la mañana en la Base Aérea de Getafe, donde fueron recibidos por la ministra de Defensa, Carme Chacón y el Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), general de ejército Coll.

A bordo del T-17 del Ejército del Aire viajaban 88 efectivos, al mando del coronel Bláquez, jefe del contingente militar que se ha encargado de las labores de recogida de material -Unidad de Apoyo al Repliegue (KSPUAR)- y que tomó el relevo hace dos meses y medio.

Al acto de bienvenida también acudieron el ex ministro Eduardo Serra, invitado por la actual titular de Defensa, ya que fue durante su mandato cuando se dio inició a la misión internacional de Naciones Unidas en los Balcanes; y una treintena de familiares y amigos.

Durante el mismo, el coronel hizo entrega a la ministra de la última enseña nacional que ha ondeado en base "España", en Istok. Su destino será el nuevo Museo del Ejército de Toledo, en el que se exhibirá "como expresión de la gratitud de toda la población española al ejemplar trabajo" de sus soldados, indicó Chacón.

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Dejan atrás un Kosovo reconstruido 

La ministra agradeció a los más de 22.000 militares españoles que han pasado por Kosovo la labor que han realizado y que ha permitido, en el plazo de una década, recuperar una región que quedó devastada por una guerra que produjo más de 5.000 muertos, un millón de refugiados y desplazados, y que dejó a 300.000 personas sin hogar. "Habéis sido capaces de dar un entorno de seguridad a la población civil y hoy Kosovo es un territorio reconstruido", añadió.

El último contingente español ha dejado atrás un entorno muy diferente al que se encontró la ministra cuando viajó a los Balcanes hace 15 años como observadora de la OSCE o el que afrontaron los integrantes del primer despliegue el 19 de julio de 1999, constituido principalmente por unidades de la Brigada de la Legión y del Mando de Apoyo Logístico Pirenaico.

La contribución de todas las unidades destinadas a la zona ha permitido llevar a los kosovares "la estabilidad y la paz", y cambiar "el odio por la convivencia; la devastación por techos, carreteras, escuelas y hospitales; y donde había miedo, hay mucho espacio para la esperanza".

Por último, la ministra quiso recordar a los nueve militares españoles que perdieron la vida en el cumplimiento de su deber y en cuyo honor se levantó un monolito dentro de la base de Istok, monumento que las autoridades municipales van a mantener en su actual ubicación como "una prueba más del sentido y magnífico recuerdo" que la población se lleva de las tropas españolas, quienes han sido "capaces de entrelazar una relación fraternal" con los civiles en su zona de influencia.
 

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Profesionales con rostro humano 

Las tropas españolas que se integraron en la misión de seguridad liderada por la OTAN en Kosovo (KFOR), lo hicieron dentro de la Brigada Multinacional Oeste, con base en Pec, en una operación bautizada como "Sierra Kilo".

El coronel Blázquez recordó en su alocución que la zona de responsabilidad española "ha sido la única de todo Kosovo en la que durante estos diez años nunca ha habido un problema de inseguridad ni se ha producido ninguna agresión contra la población civil, las instituciones o centros de culto".

Este hecho, unido a las labores de ayuda humanitaria y asistencia sanitaria realizadas hasta el último momento, ha permitido que el nombre de España y los colores de su bandera estén "grabados a fuego en el corazón de la población de Istok, sin distinción alguna de raza, condición social o creencias".

En este sentido, el ex ministro Serra quiso felicitar al Ejército español por haber demostrado durante esta misión ser "el mejor" no sólo a nivel profesional sino también humano.

Antes de romper filas y permitir que los militares se fundiesen en un abrazo con sus familias, la ministra Chacón quiso señalar que "con misiones como la que hoy termina, las Fuerzas Armadas fortalecen su ya muy alta reputación".