¿Sabes qué? La maqueta tiene 20 baluartes o torres fortificadas, 83 edificios, 5 fuertes, una plaza central y calles donde hay puestos de mercado y tiendas y por donde pasan carros y carruajes... También hay miniaturas de hombres, mujeres, niños y, ¡hasta de perros y patos!
Esta pieza llegó en 1841 al Museo de Artillería, que es como se llamó el Museo del Ejército durante un tiempo. Procedía del Gabinete de Antigüedades de la Real Biblioteca (hoy, Biblioteca Nacional de España)
En maquetas como ésta, suele haber piezas en miniatura de diversos personajes. A propósito de miniaturas… ¿Sabías que el Museo del Ejército también conserva una increíble colección de miniaturas y soldaditos? En nuestra Sala de Miniaturas podéis ver… adivina... ¡¡40.000 piezas!
Este tipo de piezas, las miniaturas, se fabrican desde el siglo XVIII. Primero se hicieron de papel y, después, de metales como el plomo. Las figuras solían representar a soldados y ejércitos, por eso, tradicionalmente, se las conoce como Soldaditos de Plomo. Esto también se debe a que un famoso escritor de cuentos del siglo XIX, Hans Christian Andersen, los hizo muy famosos con su cuento El Soldadito de Plomo.
Los soldaditos o miniaturas, han tenido muchas funciones... como juguete, como objetos para coleccionar… En cualquier caso, las miniaturas nos sirven también para conocer los diferentes ejércitos, de distintos países y épocas. Sus uniformes, sus armas o, incluso, las banderas.
En el Museo se expone una colección de 25 miniaturas de plomo que nos muestran la evolución de la bandera de España en distintas épocas de la historia.