Esta máscara forma parte de la colección de etnografía1 del Museo. Gran parte de los objetos que la forman llegaron a Europa gracias a las expediciones científicas que se realizaron a territorios de Asia, América y África durante los siglos XVIII y XIX. En muchos de esos viajes participaron militares que fueron creando colecciones particulares de obras de arte, objetos curiosos y plantas y animales exóticos procedentes de diferentes partes del mundo.
En tu visita al museo, puedes descubrir algunas de las partes del Alcázar que hemos mencionado y que son más interesantes. De época medieval encontramos el llamado arco Omeya que se construyó en el siglo X como una de las entradas a la fortaleza y que comunicaba el Alcázar con la puerta y el puente de Alcántara.
Junto a las máscaras Tatanua, el Museo del Ejército conserva otros ejemplares de máscaras rituales como las Malagan. Estas máscaras, junto con esculturas pintadas constituían el centro de las ceremonias malagan, que se celebraban en honor de uno o varios difuntos. El objetivo de estas celebraciones era conseguir las bendiciones y beneficios de los antepasados para que ayudaran a la comunidad a obtener, entre otras cosas, buenas cosechas.
Dentro de las colecciones de etnografía, son numerosas las piezas procedentes de Asia, Oceanía y las Islas del Pacífico. Muchas de ellas tienen un carácter religioso y ceremonial como los puñales Phur-bu del Tibet o los remos Hoè procedentes de Polinesia.
Armadura Samurái. El Museo conserva 7 armaduras pertenecientes a guerreros samurái procedentes del antiguo Japón. Una parte importante de estas armaduras, que se usaban para la guerra, es la que cubre la cabeza, compuesta por un casco y una máscara. Estas máscaras suelen mostrar un rostro con gesto enfadado o furioso que permitía asustar al enemigo.
Máscara antigás s. XX. Además de las máscaras con funciones religiosas y simbólicas de la colección de etnografía, el museo también conserva otros tipos de máscaras que han tenido utilidades prácticas. Ésta es una máscara antigás alemana utilizada entre 1914 y 1918. Servía para proteger los ojos, nariz y boca de gases peligrosos que se utilizaron durante la Primera Guerra Mundial.