La bandera es uno de los símbolos de España, junto al escudo y el himno. Estos símbolos han ido cambiando con el tiempo. La bandera rojigualda que hoy conocemos se usó primero como bandera de los barcos de guerra y las fortificaciones de costa. Después, también lo fue del Ejército y, a partir de 1843, se convirtió en bandera oficial del Estado español.
Otras banderas rojigualdas
Bandera rojigualda pintada, s. XIX
Esta bandera de principios de siglo XIX posiblemente estuvo situada en un fuerte costero o, bien, en un barco, debido a su gran tamaño. Mide 175 centímetros de largo y 180 centímetros de alto. Está hecha de lana y decorada con un escudo central que muestra una Corona Real y el collar del Toisón de Oro rodeando los símbolos de los reinos de Castilla, León y Granada.
Entre ellos podemos ver un óvalo de fondo azul con tres flores de lis doradas que son el símbolo de la dinastía Borbón
Lo que hace especial a esta bandera es que este escudo central está pintado sobre la tela y no bordado, como pasa en el resto de las banderas.
Pendón de la Santa Hermandad de Toledo, s. XVI
Un pendón es un tipo de bandera que se usa en el ejército para diferenciar a los distintos regimientos y batallones.
Este pendón perteneció a la Santa Hermandad de Toledo desde el s. XV, que fue la primera fuerza armada permanente de los reinos españoles, encargada de proteger los caminos y los campos. Está decorado por las dos caras: en el anverso (parte delantera) lleva el escudo de la ciudad de Toledo y, en el reverso (parte trasera) el escudo de los Reyes Católicos, que es el que se muestra en la fotografía.
Bandera del batallón carlista del general Cabrera, s. XIX
Esta bandera fue usada por el Batallón que lideraba el general Juan Cabrera durante la primera guerra Carlista (1833-1836). Está decorada con una espada, calavera y huesos… que nos recuerdan mucho a una bandera pirata. Este tipo de decoración en las banderas de los ejércitos se usó, a veces, para intimidar al enemigo.