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miércoles 5 de marzo de 2025

Número: 007

El incendio del Alcázar de Segovia, el 6 de marzo de 1862 marcó

El traslado de la sede del Real Colegio de Artillería al antiguo convento de San Francisco.

Por las aulas de la Academia han pasado grandes científicos, grandes matemáticos y grandes héroes, para situarse hoy en día en la vanguardia de la enseñanza militar

Promoción en 1912 en la Academia de Artillería

Promoción en 1912 en la Academia de Artillería

Alumnos en la fachada de San Francisco 1913

Alumnos en la fachada de San Francisco 1913

Alumnos formando en San Francisco 1980

Alumnos formando en San Francisco 1980

 El 16 de mayo de 1764, por orden de Carlos III, se inauguró el Real Colegio de Artillería en el Alcázar de Segovia, bajo la dirección del conde Félix Gazola.  Finalizaba así un largo periodo de fragmentación de la enseñanza artillera, convirtiéndose en el único centro de formación para los oficiales del Arma.

Entre algunas de las actividades desarrolladas por el Real Colegio, cabe destacar los Estudios Sublimes, impartidos a los subtenientes y a las personas civiles que lo deseasen, que se materializaron con la inauguración en 1792 del laboratorio de Química en la Plazuela del Alcázar, para llevar a cabo un curso de Química y Metalurgia.  La persona responsable de la dirección del curso fue el ilustre profesor Luis de Proust, descubridor de la ‘Ley de las proporciones definidas’.
El Colegio permaneció en el Alcázar durante prácticamente un siglo, salvo dos paréntesis debidos, el primero, a la Guerra de la Independencia (1808) y, el segundo, a la invasión de los “Cien mil hijos de San Luis” (1823).  
Finalmente, el incendio del 6 de marzo de 1862 destruyó la fortaleza prácticamente en su totalidad, afectando también a los bienes culturales que constituían el germen de la actual colección museográfica, y obligó al traslado del Colegio de Artillería a una nueva sede.
El incendio del Alcázar marcó el traslado de la sede del Real Colegio de Artillería al antiguo convento de San Francisco.  Abandonado tras la desamortización de 1836, el convento de San Francisco pasó a ser propiedad del Ministerio de Guerra en 1851, utilizándose como alojamiento de parte de los alumnos externos del Colegio de Artillería.  
Desde el 6 de marzo de 1862 el antiguo convento de San Francisco alberga la Academia de Artillería. Por las aulas de la Academia han pasado grandes científicos, grandes matemáticos y grandes héroes para convertirlas en un núcleo de modernización científica, industrial y educativa.
En la actualidad, la Academia de Artillería depende directamente de la Dirección de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación, integrándose dentro del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC), manteniendo como centro docente sus cometidos de formación de los futuros oficiales y suboficiales de artillería, la impartición de diferentes cursos de perfeccionamiento y el apoyo a la preparación de las unidades de la Fuerza mediante el Centro Artillero de Simulación.
Conscientes de que no solo desde la tradición es posible avanzar con paso firme en la innovación, la Academia de Artillería del siglo XXI continúan su labor de convertir el futuro en presente, combinando tradición e innovación.
El impulso innovador de la Academia de Artillería continúa hoy en día para situarse a la vanguardia de la enseñanza militar, asentada en los planes del proceso de enseñanza-aprendizaje: formación basada en competencias, liderazgo modelo K2 y formación integral enmarcadas en la transformación digital.