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miércoles 16 de mayo de 2018

Número: 059

16 de mayo de 1764: fundación del Real Colegio de Artillería

Recuerdo de la inauguración (Foto:Archivo ACART)

Recuerdo de la inauguración (Foto:Archivo ACART)

Llegada al Alcázar de Segovia (Foto:Archivo ACART)

Llegada al Alcázar de Segovia (Foto:Archivo ACART)

La ubicación de la Academia tras el incendio (Foto:Archivo ACART)

La ubicación de la Academia tras el incendio (Foto:Archivo ACART)

 

En tiempos de Carlos III, bajo la dirección del conde D. Félix Gazola, el día 16 de mayo de 1764 se inauguró solemnemente el Real Colegio de Artillería, instalado en el Alcázar de Segovia y pasó a convertirse en el único centro de enseñanza para los aspirantes a oficiales de Artillería y por ello, la Academia de Artillería es el centro docente militar en activo más antiguo del mundo.

Los alumnos que ingresaron los primeros años eran unos adolescentes, tenían entre los 12 y  15 años y  fueron instruidos para ser promovidos al empleo de subtenientes,  cuando hubiesen cumplido al menos los 18 años. Para poder ingresar, debían acreditar el correspondiente certificado de nobleza; a las duras condiciones de formación, tenían que sumar las condiciones climáticas adversas de Segovia.

Los alumnos debían estudiar diferentes disciplinas, como el cálculo, la geometría, la mecánica, la fortificación y artillería, el dibujo, la esgrima, etc., desarrolladas en las aulas que se encontraban en el interior del Alcázar, a ellas habría que sumar la instrucción con los materiales propios de artillería en la misma Plazuela del Alcázar. Para realizar los ejercicios de tiro, los alumnos se desplazaban a la dehesa, situada en las inmediaciones del actual Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados nº 2 ( “Base Mixta”); en 1868, ante la falta de espacio, se iniciaron las obras del actual acuartelamiento del “Polígono de Baterías”.

En el Real Colegio, además se  desarrollaban otras actividades, como los Estudios Sublimes, impartidos a subtenientes y personas civiles que lo deseasen, que se materializaron con la inauguración en 1792 del laboratorio de Química en la Plazuela del Alcázar, para llevar a cabo un curso de Química y Metalurgia. Destacar la dirección del mismo a cargo del ilustre profesor D. Luis de Proust, químico francés y uno de los fundadores de la química moderna, El laboratorio del Real Colegio fue dotado con los mejores medios de la época y en el Proust realizó numerosas experiencias sobre la composición de sustancias, que le llevaron a enunciar la “Ley de las proporciones definidas”.

El 6 de marzo de 1862, hace 156 años, en el Alcázar de Segovia se originaba un gran incendio, quedando totalmente destruido, tras el desastroso incendio, los alumnos se trasladaron al Convento de San Francisco, en Segovia, donde se ubicaría definitivamente la Academia de Artillería.

La existencia de la actual Academia de Artillería, es el resultado de un largo y celoso proceso de los artilleros por mejorar y actualizar su enseñanza; si bien la formación de los artilleros puede considerarse “empírica” en sus inicios, a medida que las bocas de fuego evolucionaron, hubo la necesidad de “reglar” su docencia para que los artilleros estuvieran capacitados para el manejo de estas armas.