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Novas

domingo 20 de septiembre de 2015

Número: 55

Del “Cervantes” al “Sancho Panza”.

Nuestros

Nuestros "Master Chef" con los alumnos libaneses

El general viendo

El general viendo "in situ" las clases prácticas en la cocina

El General Libanés

El General Libanés "da su aprobación" a los platos elaborados por los aprendices y cocineros

Nuestros dos países, bañados por un mismo mar, tienen muchas similitudes y la cocina y todo lo que la rodea, no iba a ser una excepción. Tal vez por eso, uno de los programas con más éxito dentro de la cooperación cívico-militar es: el intercambio de cultura gastronómica entre España y Líbano. Una actividad que incide en lo que nos une, que se realiza desde hace años de forma ‘amateur’ y que cuenta con la publicidad gratuita de la fama de la cocina española, de nuestros grandísimos maestros y restaurantes de renombre universal.
En esta rotación se ha querido ir más allá y para ello la Brigada Acorazada buscó “un socio estratégico”, que encontró en el Grupo Lezama. Así, en los meses previos al despliegue, 8 militares voluntarios fueron formados en las instalaciones que la escuela ESAH (Estudios Superiores Abiertos de Hostelería) tiene en el Café de Oriente en Madrid.
Fue una formación eminentemente práctica, en la que se hizo una cuidada selección de recetas que representan a todas nuestras comunidades autónomas. Fórmula mágica para no quedarnos cortos ante una sociedad tan multicultural como la libanesa. 
Por fin llegó la apertura del año escolar y el 19 de septiembre se inició el Programa Sancho Panza. Los cursos de más alto nivel se imparten en dos Institutos de Formación Profesional con grado en hostelería, uno situado en la localidad de Marjayoun de mayoría cristiana y el segundo en El Khiam, de mayoría chií. En ellos nuestros “Master Chefs” particulares han comenzado a intercambiar recetas, secretos y trucos.
Las clases se imparten los sábados por la mañana y acaban en una degustación “con el Mediterráneo de por medio”. Un momento en el que más de una autoridad se deja caer, con el “cuento aquel” de “me ha dado en la nariz”…