Regimiento de Infantería "Soria" nº 9

El Sdo. Maanan Recibe la encomienda

Homenaje a los caidos.

Parada Militar en la Base Alfonso XIII.

El pasado jueves 30 de junio, el soldado D. Ibrahim Maanan Ismael recibió en Melilla la encomienda de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo.
La imposición tuvo lugar lugar en la Base Alfonso XIII, enmarcada en el acto conmemorativo del CV aniversario fundacional de las Fuerzas Regulares, presidido por el Excmo. Comandante General de Melilla, D. Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu. Recibió la encomienda de manos del capitán D. Agustín Gras Baeza, quien fuera su teniente, y  herido junto a él en aquella calurosa mañana del 18 de junio de 2.011. Momentos antes de su entrega, el Bgda. D.  Roberto Martínez Pacheco, destinado en el Grupo de Regulares de Melilla Nº 52, había recibido la misma condecoración de manos del Delegado del Gobierno de España en Melilla, Excmo. Sr. D Abdelmalik el Barkani Abdelkader.
El soldado Maanan es el único componente de las fuerzas armadas españolas que ha sufrido dos atentados terroristas en Afganistán, padeciendo diferentes heridas en cada uno de ellos. Ambos atentados tuvieron lugar mientras prestaba servicio en el Regimiento de Infantería Soria Nº9, y hoy forman parte destacada del glorioso y dilatado historial de esta Unidad. Como consecuencia de las secuelas del último ataque, Maanan fue retirado por insuficiencia de actitud psicofísica, fijando su residencia en Melilla, su ciudad natal.
Valentía, lealtad, abnegación, compañerismo, ejemplaridad, disciplina…son muchas las virtudes militares que este joven soldado ha acreditado a lo largo de su breve, pero intensa trayectoria militar, convirtiéndole en un verdadero orgullo para la ya de por sí heroica Ciudad de Melilla. Hubiera sido difícil elegir un escenario mejor que la parada militar  protagonizada por el Grupo de Regulares de Melilla Nº 52, la unidad más condecorada del Ejército Español. La elegancia y marcialidad que siempre han caracterizado las formaciones de Regulares contribuyeron a aumentar la carga de emotividad del acto. Durante el toque de oración, mientras el sol se ocultaba tras las montañas de Marruecos, los presentes probablemente dedicaron un íntimo y emocionado recuerdo al elevado número de caídos sufridos por las Fuerzas Indígenas a lo largo de su corta historia. Sin lugar a dudas, el soldado Ibrahím Maanan es un digno heredero de aquellos fieros y valientes soldados rifeños que escribieron brillantes páginas de gloria para nuestra historia militar.