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Berriak
lunes 22 de marzo de 2021
Zenbakia: 007
Los alumnos de la Academia de Artillería reciben la bandera de “mochila”
Los alumnos de la Academia de Artillería han recibido el pasado viernes 19 de marzo la bandera de “mochila”, costumbre que ha renacido en los últimos años en el Ejército.
La bandera de percha o de mochila era aquella que entre mediados del siglo XIX y principios del XX, coincidiendo con los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII, se le entregaba como dotación a cada soldado para cubrir sus pertenencias y equipo y que éste colocaba en una especie de percha o repisa por encima del cabecero de su cama, en una época en que no existían taquillas o armarios.
Y por otro lado, cuando los soldados iban a la guerra, se la llevaban en su mochila, se empleaba para señalizar la conquista de un objetivo o para señalar dónde había tropas españolas como señal de identificación para que la artillería y la aviación propia no les confundieran en la distancia.
Asimismo, y en caso de que el soldado muriese en campaña, y no poder repatriarlo, se le enterraba cubriendo su rostro con su propia bandera de España, como homenaje y facilitaba identificar un cuerpo como español para poder trasladar posteriormente sus restos a un cementerio, tal como recoge la obra musical “las corsarias” compuesta por Francisco Alonso en 1919, donde se incluye el pasodoble “Banderita”, “…solo quiero que me entierren con la Bandera de España…”.
Y cuando el soldado se licenciaba, se la quedaba como recuerdo de su vida militar y era costumbre que se colgara en alguna ventana o balcón de su casa, indicando así a sus vecinos que había cumplido con su obligación y regresado felizmente.
La bandera de mochila tenía unas medidas de 60 x 80 cm o de 75 x 90 cm y tenía los colores de la bandera de España en sentido vertical, con el escudo de España o el de la Unidad ribeteado en negro, y con cordones en sus extremos para ser atada; se empleaba tela de mala calidad, por ello su fabricación era barata.
La bandera de mochila se dejó de usar sobre el año 1927, pero se recuperó la tradición, entregándola en la Jura de Bandera de los soldados del Regimiento “Inmemorial de El Rey” nº 1 del Cuartel General del Ejército, en 1990.