Grupo de "Regulares de Melilla" nº 52

Las brillantes actuaciones de estas fuerzas, empleadas siempre en los lugares y en las acciones de mayor riesgo, contribuyen a asentar su fama y, en poco tiempo, se convierten en imprescindibles, por lo que el 31 de julio de 1914, una Real Orden amplía estas fuerzas a cuatro Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas, compuesto cada uno de ellos por dos Tabores de Infantería, de tres Compañías, y un Tabor de Caballería, de tres Escuadrones.

Una de estas Unidades es el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla nº 2, organizado con el personal del Tabor de Policía de Alhucemas y, posteriormente, con el III Tabor de Regulares de Melilla nº 1; instalándose inicialmente en la Alcazaba de Melilla y con campamento en Nador. Su primer jefe fue el Teniente Coronel de Caballería D. Antonio Espinosa Sánchez.

Desde su creación, y en particular durante la Campaña de Annual, el Grupo se bate con bravura sin igual en cuantas acciones participa, demostrándose una sólida preparación y disciplina que, en más de una ocasión les hace llegar al mayor de los sacrificios, como es el caso de los laureados Capitán de Infantería D. Juan Salafranca Barrio, en la defensa de Abarrán, y el Capitán de Infantería D. Joaquin Cebollino Von Lindeman, en uno de los convoyes de apoyo a la posición sitiada de Igueriben.

El 29 de julio de 1922, se organiza el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Alhucemas nº 5, con base en Seganga (población cercana a Melilla), teniendo como primer jefe al Teniente Coronel D. Rafael Valenzuela Urzaiz, a quien sustituyó el igualmente heroico Teniente Coronel D. Claudio Temprano Domingo.

Su bautismo de fuego tuvo lugar el 26 de octubre del mismo año en la ocupación de Tayudait, interviniendo heroicamente durante toda la campaña de Marruecos, trasladándose a la zona occidental del protectorado desde el 6 de junio de 1924 hasta final de ese mismo año y, más tarde, desde el 5 de enero hasta el mes de julio de 1927.

Durante toda la Campaña de Marruecos y, más tarde, en la Guerra Civil española, estos Grupos, como el resto de las Fuerzas Regulares, combatieron sin igual en cuantas operaciones participaron, aumentando el número de sus Tabores de tal forma que se hizo preciso su desdoblamiento en nuevos Grupos que desaparecieron en la década de los cincuenta.

Tras la retirada de España del Protectorado en Marruecos, los Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas nº 2 y nº 5 se replegaron a la ciudad de Melilla, finalizando la primera época de los Regulares e iniciándose la segunda como una Unidad de línea de Infantería, con personal de reemplazo, pero manteniendo la impronta de sus orígenes de ser empleada en las más difíciles ocasiones y haciendo gala de su austeridad y preparación para los rigores del combate.

En el año 1985, desaparece el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Alhucemas nº 5, haciéndose depositario de su historial el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla nº 2 que pasó a denominarse Regimiento de Infantería Motorizado "Fuerzas Regulares de Melilla” nº 52, recogiendo, igualmente, los historiales de los extinguidos Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas nº 7 y 8 y el del Regimiento de Infantería Melilla nº 52, contribuyendo con ello a que el Grupo "Regulares de Melilla" nº 52, denominación que recibe desde el 1 de enero de 2000, sea la Unidad más condecorada del Ejército español.

En el año 1999, con la profesionalización de las Fuerzas Armadas, nace la tercera época de los Regulares, demostrando, una vez más, su perfecta adaptación a los tiempos, manteniéndose como una Unidad de primera línea.

El 20 de febrero de 2002, en un emotivo acto en el parque Hernández de la Ciudad, y presidido por el Ministro de Defensa D. Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde, se hizo entrega de la nueva Enseña Nacional al Grupo “Regulares de Melilla” nº 52, con la inscripción del nombre actual de la Unidad. La madrina fue la Sra. Dª. Francisca Conde Ramírez.

En enero de 2006, la Unidad abandonó el Acuartelamiento “Santiago”, trasladándose a las modernas instalaciones de la Base “Alfonso XIII”, donde se ubica actualmente.

En diciembre de 2006, se inauguró la Sala Museo, donde se rinde homenaje a todos los componentes de estas gloriosas Unidades. Entre los valiosos fondos patrimoniales, la Sala cuenta tanto con material propio de la Unidad, como con fondos cedidos por entidades privadas o particulares. Es un recorrido de la historia de los Regulares desde su creación hasta nuestros días.

En el año 2011, los Grupos “Regulares de Melilla” nº 52 y “Regulares de Ceuta” nº 54, herederos de los Grupos de Regulares Indígenas, celebraron el primer centenario de la creación de la primera Unidad de Regulares.