Academia General Militar.

El filólogo e historiador Alberto Montaner durante la conferencia (AGM:OCS Y RI)

El historiador, filólogo hispánico y arabista especialista en literatura e historia medieval de la Universidad de Zaragoza, Alberto Montaner Frutos, impartió el 9 de enero una conferencia en la Cátedra Cervantes de la Academia General Militar sobre ´El papel de Aragón en la creación de España`. En su intervención habló sobre tres aspectos: describió cómo la Corona de Aragón se integró en el proyecto común de España en los símbolos nacionales y, sobre todo, en el escudo. También se refirió a la vocación mediterránea de Aragón y, por último, a la defensa de los fueros y libertades.

Respecto al escudo, el ponente ofreció detalles sobre cómo surgió y acabó integrándose junto con las armas de Castilla y León, Granada y Navarra y las de la dinastía borbónica. En relación a la mirada mediterránea de Aragón señaló que, en cierto modo, “fue su vocación europea”. “Llegó un momento en el que la expansión sobre los territorios andalusíes se acabó tras pactarse el reparto de Murcia con Castilla, y la política aragonesa ya no tenía espacio propio en la Península Ibérica. Sus posibilidades de expansión se volvieron hacia el Mediterráneo: primero Sicilia, Nápoles, Atenas...”. A su juicio, este fue “un elemento importante desde el punto de vista de la configuración de la historia política de España”. Además, se refirió al papel de los  almogábares, como una fuerza de élite muy particular, “el antecedente de los cuerpos de operaciones especiales”.

Finalmente, Alberto Montaner habló sobre la defensa de los fueros y libertades, la figura del Justicia, el papel de los Fueros y la célebre fórmula de juramento de los Reyes de Aragón, que en realidad es apócrifa, pero que tiene su importancia: “Nos que valemos tanto como vos y todos juntos más que vos...”.

En definitiva, incidió en la idea de que el Rey no estaba por encima del Reino y que, por lo tanto, se debía al Reino y no al revés. “Esa es la base de la concepción moderna del Estado”, dijo, y así se lo transmitió a los cadetes: “De una legislación que en principio es medieval y feudal surgió el germen de una concepción moderna del Estado en la que el estadista no tiene el Estado a su servicio sino al revés. Esto encaja con la voluntad de servicio que es propia de la tradición castrense”, concluyó.