Historias breves para un confinamiento largo

Entre las muchas historias que nuestros compañeros están viviendo en estos días de intenso trabajo en la operación “Balmis”, hemos destacado algunas, en artículos realizados hablando con los protagonistas de ellas. En esta ocasión, les trasladamos dos relatos de “su puño y letra”, ocurridos a personal del Grupo II del Regimiento de Artillería de Campaña nº11.

La patrulla compuesta por el teniente Cumplido, la sargento 1º Cabezas y el artillero Díez se encontraba, el 10 de abril, realizando misiones de presencia y reconocimientos de itinerarios, así como de instalaciones críticas, en la localidad de La Bañeza (León) y otros pueblos cir01cundantes. A la una de la tarde, el Puesto de Mando de la Sección y uno de los pelotones, se encontraban en el pueblo Benavides de Órbigo. De repente, un niño llamado Daniel se asomó por la ventana asombrado de ver al personal militar y comenzó a mostrar signos de agradecimiento hacia nosotros..
 

El niño abrió la puerta de su casa y, acompañado de su padre, nos pidió poder ir con nosotros hasta el centro de salud para poder colocar una pancarta que había hecho él mismo para agradecer el trabajo que realizan a diario personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas y personal sanitario. Era evidente la admiración de este niño, por lo que aceptamos dicha proposición y nos dirigimos, también junto al padre del niño, a colocar dicha pancarta. La Sargento 1º Cabezas y el artillero Díez fueron personalmente quienes colocaron el cartel afirmando la enorme motivación que suponía para ellos dicha muestra de admiración y afecto. Signos como este son los que nos dan fuerzas y nos empujan a continuar esta misión día a día.

El sargento Borrero, y los artilleros Gutiérrez y Fidalgo estábamos patrullando, el 20 de abril, según los itinerarios y horarios marcados para ese día dentro de las labores de presencia en la operación, en la localidad de San Andrés del Rabanedo. A media mañana, en la calle Vijagueras nos encontramos con una furgoneta de una empresa de reparto (Reparte) atascada en el barro a un lado del camino. En ese momento, nos acercamos a hablar con el trabajador responsable del vehículo y nos contó que tenía pensado dar la vuelta por algún sitio de esta localidad, ya que había terminado su entrega en la zona; comentó que, debido a las prisas, cometió el error de realizarlo en ese sitio, sin fijarse en el terreno, y que llevaba mucho tiempo esperando a que su empresa le enviase a alguien en su ayuda. Visto que el trabajador no tenía ninguna opción de recuperar el vehículo, ofrecimos ayuda con nuestro vehículo y el equipo de recuperación del mismo. Así que enganchamos nuestro cable a su vehículo y procedimos a su recuperación, sacándolo al camino con éxito para que pudiera continuar su día de trabajo. El trabajador nos mostró su agradecimiento reiteradamente y también a la labor que están desempeñando los militares en esta situación de crisis.