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viernes 17 de enero de 2020

Número: 002

Marcha al Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla (Cogeces del Monte)

Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla (Foto:USBA

Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla (Foto:USBA "El Empecinado")

Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla (Foto:USBA

Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla (Foto:USBA "El Empecinado")

Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla (Foto:USBA

Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla (Foto:USBA "El Empecinado")

Los componentes de la USBA “El Empecinado” realizaron una marcha de endurecimiento con un recorrido de 15 kilómetros por los términos municipales de Santibañez  de Valcorba y  Cogeces del Monte. Finalizando en el Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla.

Pese al día lluvioso, la USBA ha comenzado este nuevo año siguiendo con los objetivos del plan de instrucción y adiestramiento con esta marcha al mando del Teniente Coronel Jefe Jesús González Laá.

El personal de la USBA, con su armamento y equipo, recorrió la Ruta de la Plaza conocida como la Pared de Castro. Es un lugar impresionante que se levanta a horcajo de los arroyos de Cogeces y Valcorba. Su caída es casi vertical en la parte más elevada y de gran inclinación en la parte baja que se une a la llanura del páramo, donde sus lejanos habitantes levantaron una gran muralla de piedra, tras la que se levantó la ciudad, de 200 metros de largo por 4 metros de altura y al menos otros tanto de anchura.

El recorrido continuó a buen ritmo por el páramo donde nos acercamos al Pico de la Mesilla, desde el que se puede observar unas bonitas vistas y el encanto natural de la zona. Completando la marcha en el Monasterio de Nuestra Señora de la Armedilla.

Este Monasterio se construyó en el siglo XII como consecuencia de la aparición de una efigie de la Virgen en el paraje de la Armedilla, para acoger a los devotos de la imagen.
La zona fue confiada a los cistercienses que edificaron la iglesia de la que sólo se conserva la planta. Después pasó a manos de la Orden de San Jerónimo (por mediación del infante Don Pedro de Antequera) y éstos lo convirtieron en monasterio.

En este monasterio se alojaron personajes como los duques de Alburquerque (patrocinadores del convento como otros muchos fieles, entre ellos el Infante Don Fernando).
Del monasterio sólo se conserva la espadaña y sus dos bóvedas de estilo gótico enmarañado. Está prevista su restauración.
Durante toda la marcha se disfrutó del buen ambiente y la gran cohesión de esta Unidad.
¡Salimos juntos, volvemos juntos!