Agrupación de Apoyo Logístico n.º 61

ULOG A/I-11 formada

Lectura de la historia de la "bandera de mochila"

Entrega de la "bandera de mochila"

El día 3 de octubre, en la base militar de “El Empecinado”, el coronel Eduardo de Cobos Navarro, jefe de la Agrupación de Apoyo Logístico n.º 61 (JAALOG 61), hizo entrega de la “bandera de mochila” a los componentes de esta Agrupación que forman la Unidad Logística (ULOG) que participará en la próxima operación “Alfa/India-XI”, que tiene previsto desplegarse en Irak en noviembre.

La “bandera de mochila o de percha” tiene su origen en 1880, cuando se dotaba de una pequeña bandera a los soldados destinados a África. Se empleaba, sobre todo, para proteger de polvo las pertenencias de los soldados, ya que guardaban sus enseres en estanterías abiertas a modo de armario.

Posteriormente, en 1904, por Real Orden de 12 de diciembre, el uso del pañuelo “cubre-percha”, denominado bandera española, adquiere la condición de reglamentario para todos los Cuerpos de Ejército.

Aparte de para cubrir sus estanterías, esta pequeña bandera tenía otros usos y funciones: los soldados las llevaban en sus mochilas durante las marchas, en un lugar visible para evitar el fuego amigo en sus avances, señalar las conquistas de objetivos, alertar a las unidades de los flancos y a la artillería propia. Su última función, era rendir el último honor a los caídos en combate, cuyos cuerpos se enterraban envueltos en su propia bandera, tal y como corresponde a los que han dado su vida por España.

Cuando los militares volvían a casa con vida, la guardaban durante años, como recuerdo de su vida militar, de su unidad y del tiempo de permanencia en ella. También se utilizaba durante los días festivos para engalanar las casas, tradición que aún se conserva en muchos lugares de España.

En 1927 esta bandera se retiró del equipamiento militar.

Pero, a día de hoy, los militares de la AALOG 61 se desplazarán a zona de operaciones con su bandera, motivándoles para que contribuyan de forma eficaz a la difusión de los valores y tradiciones de la Institución militar, como buenos portadores de los mismos que son, y deseando que todos ellos puedan conservarla como recuerdo de haber servido a su país y la empleen en días festivos para engalanar sus hogares, junto a sus seres queridos, sintiéndose orgullosos de su aportación a la sociedad.