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lunes 6 de marzo de 2023

Número: 010

El 6 de marzo de 1862

El Real Colegio de Artillería se trasladó al ex convento de San Francisco.

Actual sede de la Academia de Artillería.

Fachada de San Francisco 1913

Fachada de San Francisco 1913

Pasillo de Honor 1920

Pasillo de Honor 1920

Galería de Promociones, finales del siglo XIX

Galería de Promociones, finales del siglo XIX

 Por orden del rey Carlos III, el 16 de mayo de 1764 se inauguraba el Real Colegio de Artillería, en el Alcázar de Segovia. El 6 de marzo de 1862 un incendio destruyó la fortaleza segoviana, a raíz de este aciago acontecimiento, en el cual se perdieron la mayor parte de los enseres, armas, libros, documentos… los cadetes del Real Colegio de Artillería fueron trasladados al único establecimiento militar de Segovia que en esos momentos reunía las condiciones para acogerlos, quedando alo-jados en el ex convento de San Francisco, que terminaría por convertirse en la Academia de Artillería, cuya sede se mantiene en la actualidad. 

Para facilitar el acomodo en el nuevo recinto, el Ayuntamiento acordó correr con los gastos de edificación y ampliación de los edificios e instalaciones del inmueble que lo necesitaran, y evitar así que el Real Colegio cambiase de localidad. Casi de inmediato se reanudaron las clases en el ex convento de San Francisco, a excepción de quí¬mica, física y dibujo que continuaron dándose, alrededor de unos tres años, en el edificio llamado Casa de la Química, que aún existe, situado en la explanada frente al Alcázar y que no resultó afectado por el incendio; tampoco sufrió daños el gimnasio, que estaba situado al pie del Alcázar en una zona orientada al rio Clamores.

La llegada del Real Colegio de Artillería al ex convento de San Francisco trajo consigo la revitalización de la instalación a través de diferentes transformaciones que se llevaron a cabo por las necesidades que se iban planteando para adecuarse a las demandas que exigía la formación de los alumnos; ampliación de terrenos a través de adquisición de propiedades públicas y privadas, construcción de nuevos edificios y rehabilitaciones de los antiguos…

Asimismo, se trasladó la biblioteca del Alcázar al ex convento de San Francisco. De los 11.000 volúmenes de libros ubicados en el Alcázar, solo pudieron salvarse 300; actualmente, gracias a la compra y a las donaciones de artilleros, particulares e instituciones, la biblioteca cuenta con más de 50.000 volúmenes, un importante fondo científico que engloba gran parte de la ciencia europea de los siglos XVIII y toda la tratadística artillera y de fortificación de los cinco últimos siglos.

En el convento de San Francisco conviven actualmente en armonía las nuevas tecnologías con las más nobles tradiciones. Casi 200 promociones del Arma de Artillería han pasado su juventud entre los muros del convento de San Francisco, dedicados al estudio de la técnica, la ciencia y la artillería.