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Regimiento Acorazado 'Alcázar de Toledo' 61

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Noticias

jueves 17 de diciembre de 2015

Número: 09

¡Contacto, Carro! Crónica de un carrista

Tiro de carro Leopardo remolcado por CREC

Tiro de carro Leopardo remolcado por CREC

Tiro de carro Leopardo

Tiro de carro Leopardo

Carro Leopardo

Carro Leopardo

Por fin, llegó el momento del año. El momento que todos esperábamos. El momento de alardear del verdadero poder que esconden las 62 toneladas de este “monstruo” que manejamos con tanto orgullo los que nos llamamos carristas: toca hacer fuego con el Leopardo.

El momento de desplegar en San Gregorio es un momento grande para nosotros. Porque La Acorazada es así. Porque, aunque las más de 30.000 hectáreas de uno de los mayores campos de maniobras de Europa casi se nos quedan pequeñas, es aquí donde realmente ponemos a prueba a nuestros carros. Y esta vez pusimos a prueba al “Argel”.
“¡Contacto, carro! Hago JC...” Con tan sólo pulsar un botón, el Jefe de Carro – que había localizado al objetivo - hizo que el cañón se lanzara como un rayo a su línea de visión, dejándolo perfectamente encarado hacia la amenaza en cuestión de un segundo. “Visto.” –contesta el Tirador-. Y es en ese preciso instante, con el objetivo en el punto de mira de éste último, cuando me doy cuenta de lo que tenemos entre manos. Durante escasos segundos antes del disparo, me imaginé a mí mismo al otro lado, siendo localizado por el “Argel”, siendo rápidamente encañonado por semejante “bestia” de 120 mm, y con la misma rapidez pensé “¡pobre de aquel...!”. Efectivamente, la piel de gallina.


Pero si el momento de la adquisición fue emocionante, el momento del disparo fue indescriptible. Un estruendo seco y ensordecedor rompió el nervioso silencio posterior a la adquisición, y todo cuanto había alrededor del carro se tornó en polvo levantado por el proyectil a su paso. “Destruido.” –dice tranquilo el Tirador- y, acto seguido y con el automatismo de quien domina su puesto, el conductor dio marcha atrás hasta dejar el carro en desenfilada completa mientras rápidamente iba buscando la siguiente posición de tiro. Al tiempo, el Jefe de Carro ordenó de nuevo la carga de otro proyectil: “carga rompedor”. “Cargado y en tiro” –contesta el Cargador-, y con esta voz volvimos a tener un carro preparado para aniquilar a cualquier objetivo.
Los fuegos alternativos de toda la Sección –compuesta de cuatro carros-, eran claro ejemplo de la potencia de fuego, la movilidad y la violencia que puede llegar a desatar un regimiento de carros de combate en el campo de batalla. Tales son sus posibilidades, que incluso tuve la ocasión de presenciar cómo la tripulación del “Argel” hacía fuego con todo su armamento mientras su carro, con la inutilización simulada de su barcaza, era remolcado por un CREC a retaguardia. Y es que, combinada con la destreza de sus tripulantes, la famosa probabilidad de impacto al primer disparo del 95% del Leopardo quedó más que de manifiesto. Realizado el tiro sin novedad.


El resto de las maniobras se desarrollaron satisfactoriamente, recorriendo kilómetros, instruyendo a las tripulaciones y aprovechando la inmensidad del terreno para hacer grandes despliegues, incluyendo un tema táctico de Grupo Táctico Acorazado en ofensiva con doble acción. Todo esto se produjo con las clásicas incidencias del mundo carrista, con un 2º Escalón trabajando día y noche por mantener la operatividad de los carros y solventando las averías, y con el espíritu de trabajo –siempre con algo de “imperio” en nuestros arcones-, mentalidad ofensiva y capacidad de sacrificio que nos caracteriza porque, como rezaba nuestro viejo Reglamento Táctico, “...para un Infante el mayor orgullo ha de ser el de pertenecer a los carros, con objeto de sacrificarse por sus compañeros a los que cubre y abre paso en las fases decisivas del combate.”

“Para abrir el camino a los carros, a esta arma que decide las batallas, deben apoyarle todas las armas, pues éstas como mejor se ayudan a sí mismas es ayudando a los carros.”
Capitán Kurt Kauffman. El libro de los carros de combate (1944)

 

 

Capitán D. Ramón Jiménez Castellanos

Jefe de la 3ª Cía/IIIBICC del RIAC 61