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lunes 2 de noviembre de 2015

Número: 64

Profesores y estudiantes de Veterinaria de la Universidad Católica de Valencia se “empotran” en la misión de Líbano.

Comprobando el feto de una vaca preñada en una explotación

Comprobando el feto de una vaca preñada en una explotación

Preparando las inyecciones  para los animales en una granja de Arab el Wazzani

Preparando las inyecciones para los animales en una granja de Arab el Wazzani

El equipo de veterinarios junto con personal de CIMIC repartiendo regalos a los niños de la zona

El equipo de veterinarios junto con personal de CIMIC repartiendo regalos a los niños de la zona

Un grupo profesores y alumnos de veterinaria de la Universidad Católica de Valencia (UCV), viajaron hasta el Sur del Líbano el día 20 de octubre, para colaborar con la Misión Libre Hidalgo XXIII.
Durante dos semanas, el objetivo de estos 12 voluntarios, es ayudar a la población civil de las localidades del Sector Este de UNIFIL. Están atendiendo a las pequeñas explotaciones ganaderas y realizando  labores de  desinfección, prevención, curas…etc.
La zona de operaciones de los cascos azules españoles es fundamentalmente agrícola y ganadera. La paz, seguridad y estabilidad que proporciona la presencia de Naciones Unidas favorece y anima al desarrollo. Ese gran desarrollo, que tanto esfuerzo cuesta, pasa por las diversas cabañas ganaderas de la zona como medio fundamental de trabajo, empleo y riqueza.
Por ello, la ayuda desinteresada de estos voluntarios en cuanto atención veterinaria, consejos sobre prevención de enfermedades o la correcta utilización de medicamentos, es muy agradecida por los ganaderos. Esperan “como agua de mayo” las atenciones, medicinas y consejos de nuestros profesores y sus estudiantes. Incluso han tenido tiempo y ganas de regalar unos juguetes, traídos desde Valencia, a los niños de la zona.
Este grupo de voluntarios de la UCV ya ha visitado muchas ganaderías familiares; desde Deir Mimess hasta Blate, desde Marjayoun, hasta Et Taibe; han sido un total de 11 localidades con más de 20 explotaciones ganaderas. Su entusiasmo se ve recompensado, no solo en la mirada de los ganaderos, sino por sentirse verdaderamente parte de un desarrollo tan necesario como la misma paz.

Esta madrugada, han regresado a España, con la satisfacción de haber podido ayudar a muchas personas en su quehacer diario y de aportar su "granito de arena", para ampliar el prestigio de los españoles en estas tierras lejanas.