Imagen de fondo

Noticias

miércoles 23 de septiembre de 2015

Número: 56

Dos veces al año.

Preparación del convoy el día anterior

Preparación del convoy el día anterior

Un BMR entrando en el Martín Possadillo para su traslado a Territoria Nacional

Un BMR entrando en el Martín Possadillo para su traslado a Territoria Nacional

Espectacular imagen de la carga de un wempar en el barco

Espectacular imagen de la carga de un wempar en el barco

El transporte marítimo tiene sus grandes ventajas en la capacidad de carga y en su autonomía e independencia de las condiciones externas, pero el volumen a desplazar hace que la frecuencia se reduzca a una sola vez cada seis meses. El desafío es descargar, estibar y transportar todo ese material, de amplias dimensiones y pesado, para que llegue en perfectas condiciones hasta sus usuarios, los cascos azules que estamos en el sur de Líbano. Las carreteras y la complicada y peculiar circulación libanesas hacen del movimiento un ejercicio titánico de planeamiento, coordinación y ejecución.
 A las 03:30 de la madrugada, un convoy de  23 vehículos  parte  como un expreso de medianoche (VEMPAR’s, camiones, BMR’s, LINCE’s, autobuses, ambulancias, equipos de carga, veterinaria, mecánica y escolta) desde la Base Miguel de Cervantes hasta el Puerto de Beirut (BSP) para efectuar la carga y descarga del Buque del Ejército “Martín Posadillo”.
Una vez allí se inician las actividades. Todo debe estar sincronizado. El tipo de materiales, su peso o sus características especiales de conservación hace que la operación esté detallada al máximo. Vacunas, medicamentos, herramientas, vehículos… etc, representan un amplio abanico de necesidades de conservación y transporte que hay que atender.
En menos de 8 horas comienzan a lanzarse convoyes fraccionados de regreso a nuestra base. Todos esos vehículos y todo ese personal viajan de regreso para dar por finalizada la operación en un tiempo record.
El buque español, elevará anclas al día siguiente y llevará material de vuelta a territorio nacional. Nos volverá a visitar dentro de seis meses, con más equipo para traer y más para llevarse, aunque esa vez serán otros compañeros los encargados de recogerlo.