Imagen de fondo

Noticias

sábado 8 de agosto de 2015

Número: 43

El futuro no conoce barreras ni distancias.

Los últimos ajustes antes de la videollamada

Los últimos ajustes antes de la videollamada

Las jóvenes de Chebaa,  sonrientes a la vez que espectantes con la conversación.

Las jóvenes de Chebaa, sonrientes a la vez que espectantes con la conversación.

Desde Castillo de Bayuela, también hubo risas.

Desde Castillo de Bayuela, también hubo risas.

Todos conocemos las posibilidades casi ilimitadas que puede ofrecernos internet. Son muchas las aplicaciones que permiten mantener teleconferencias desde cualquier rincón del mundo.

A través de la mediación de los cascos azules españoles en Líbano, se ha podido comprobar que las nuevas generaciones ya son expertas conocedoras de los sistemas de telecomunicación.

Todo empezó con la propuesta del concejal de Cultura del pueblo toledano de Castillo de Bayuela, D. Felipe Pulido. Allí se prepara y pone en marcha un campamento urbano para los niños del pueblo de entre 6-14 años. Tras conocer nuestro trabajo en Líbano y el desarrollo que hacemos del programa Cervantes, se estudió hacer un intercambio de cartas entre niños del campamento en Toledo y niños del “Cervantes” que reciben clases de español de los militares desplegados en Líbano.

La propuesta fue un éxito y tras escanear las cartas se mandaron por email. Sin embargo quisimos ir un poco más allá.

El último fin de semana del campamento se puso en marcha, junto con el Ayuntamiento de Castillo de Bayuela, una video-llamada entre los chavales del pueblo toledano y de la localidad libanesa de Chebba. El día de autos, después de asegurar el enlace vía internet, los nervios estaban a flor de piel, tanto en España como en Líbano. Sin embargo la sincera naturalidad de los niños hizo que, con algo de timidez al principio pero mayor soltura al final, españoles y libaneses pudieran conocerse, hablar e intercambiar risas, vivencias e historias.

Poco a poco el futuro, que son los niños, va acortando distancias y superando barreras. Es en esos momentos cuando más te das cuenta de que el trabajo y sacrifico de los cascos azules españoles en Líbano sirve para ayudar a su desarrollo y a su futuro.