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viernes 7 de mayo de 2021

Número: 29

Los equipos de tiradores del I Batallón del Saboya finalizan su curso de formación básica con un ejercicio de instrucción continuada en la Sierra de Aguafría como colofón

Equipo de tiradores de Precision del RI 6.

Equipo de tiradores de Precision del RI 6.

Tirador de Precisicon del RI 6 en posicion.

Tirador de Precisicon del RI 6 en posicion.

Nuestro instructor, el Sargento Román, comenzó con una introducción sobre la historia de los tiradores de precisión y las nociones básicas del puesto. Semana tras semana se pasaron por fases teóricas y prácticas de topografía, armamento y material, equipo, camuflaje y ocultación, municiones, cálculo y balística, transmisiones, rastreo y contrarrastreo, tiro y táctica siendo todo relativo al puesto táctico.

Todo lo aprendido se aplicó en dos ejercicios en esta última semana. El primero fue el martes 27 de abril empezando con una topográfica hasta un punto de espera a cubierto, seguido de una fase de rastreo, aproximación y acecho, detección de objetivo donde el objetivo era el tratamiento de la información e intentar sobrepasar una patrulla que tenían establecida para posteriormente iniciar un recorrido de estrés y tiro de emergencia sobre objetivos a distancias desconocidas.

Para poner punto y final a este curso el día 28 abril nos dirigimos hacia Monesterio donde llevamos a cabo una jornada de instrucción continuada. El día 28 se inició pasando por diferentes estaciones, como posicionamiento y orientación por medios naturales y electrónicos, navegación, reconocer elementos naturales del plano al terreno. En la finca de Las Vicarías, tuvimos otra estación de cálculo de un porcentaje de desnivel que teníamos desde nuestra posición hasta el pico de Tentudía.

Llegados a este punto, y con ello, culminando el ejercicio, nos dispusimos a iniciar la parte más dura de la marcha, la subida a Tentudía. En el ascenso se realizó uno de los ejercicios más importantes en los equipos de tiradores, el camuflaje y la ocultación en el entorno, el cálculo de correcciones para el tiro y diferencias de altitud entre nuestra posición y el objetivo.

Una vez finalizado el ejercicio, la climatología no jugó a nuestro favor, regalándonos una intermitente pero fuerte lluvia mientras seguíamos con el ascenso hacia nuestra primera meta, donde el terreno cada vez fue más duro. Una vez conquistada la subida a Tentudía tomamos un poco de aire y nos disponemos a descansar para lo que nos venía después, una marcha de endurecimiento, donde el cansancio y la noche hacen más difícil la navegación nocturna hasta el pueblo de Monesterio, donde finalizó esta jornada llena de aprendizaje, cansancio, pero sobre todo quedándonos el poso de la íntima satisfacción del deber cumplido.