On 26/06/2017.
En el siglo XVIII, el paradigma en la educación de un príncipe adquiere una nueva dimensión en la corte española. Si hasta el momento, al heredero de la corona se le preparaba para el buen gobierno a través de las artes de la guerra, de la diplomacia y en la práctica religiosa, los borbones trajeron nuevos aires cortesanos donde, además de la lengua y la etiqueta, se impusieron unas nuevas normas en la educación del príncipe y los infantes. Al interés por el mundo natural y las ciencias experimentales se sumó el disfrute por la creación literaria, musical o artística. Fruto de ello sería la existencia de varios gabinetes de historia natural, así como el gran impulso proporcionado al mecenazgo artístico y científico a través de las Reales Academias y las colecciones reales. Todo ello nos permite contar hoy con una de las más ricas herencias suntuarias cortesanas de Europa.