Está formada por más de 800 tubos de artillería, así como por un conjunto de complementos, accesorios que sirven para su uso y manejo. Las piezas cubren un marco cronológico que va desde las primeras piezas, siglo XIV-XV hasta la actualidad. Siendo los conjuntos más relevantes la colección de artillería de hierro de primera época, bombardas, cerbatanas, pasavolantes, etc..; la producción de bronce de la Edad Moderna de los hornos alemanes de Loëffler; o las piezas de reglamento de las maestranzas de artillería de Sevilla y Barcelona del Siglo XVIII. También son numerosas las piezas extranjeras procedentes de combates, como el importante tren de artillería francés procedentes de la Guerra de Independencia, o los cañones de origen variopinto de la Guerra de Marruecos de 1859-60.
Del siglo XIX son numerosos e interesantes los ejemplares presentes, con las primeras piezas rayadas y de retrocarga, o el conjunto de piezas carlistas, de fabricación propia o comprada, como los tipo Withworth. También cañones utilizados en ultramar, y otros capturados en Conchinchina o Filipinas, conocidas como Lantakas.