La colección de “Arquitectura”, que se englobaría dentro de las Bellas Artes, es sucinta en número, si bien valiosa en sus elementos estructurales, puesto que se compone de piezas variopintas encontradas, algunas dentro del propio edificio Alcázar, (que a su vez como continente-contenedor, se muestra como el mejor ejemplo de arquitectura rehabilitada del s. XVI), como son los fragmentos hallados de granito y mármol en el edificio. Entre estos restos arquitectónicos del Alcázar de los siglos XVI y XVII cabe destacar algunos fondos líticos, como capiteles, cornisas o restos de arcos, ornamentados con motivos florales. Destaca el altorrelieve con figura el rey de armas también llamado “macero”, que debió de enmarcar alguna de las puertas del Alcázar, y que mediante la presencia de motivos heráldicos, simbolizaba el patrocinio del poder real.
Otras piezas son totalmente ajenas a éste, como ejemplos llamativos cabe destacar el remate de pináculo gótico del s. XII de la catedral de Oviedo o el pilote del s. XVI, del puente sobre el rio Escalda en Amberes mandado construir por Alejandro Farnesio. Otro fragmento de ladrillo reseñable es el que perteneció al fuerte de Caney, de Santiago de Cuba, donde, 500 soldados españoles mandados por el general Joaquín Vara de Rey se encargaban de proteger el flanco noroeste de Santiago contra la invasión estadounidense en 1898; o un trozo del muro de Berlín de 1961, hasta ladrillos de los cuarteles del Durbrovka, acompañados de una fotografía de la colección de la División Azul de los restos del antiguo edificio, donde mantenían sus posiciones los rusos.