Inspección General del Ejército

Inicio de los actos en la Plaza de la Cruz Verde

Toque de Oración

El pasado día 3 de febrero el teniente general Ricardo Álvarez-Espejo García, Inspector General del Ejército, presidió en la madrileña Plaza de la Cruz Verde un emotivo acto en memoria de las cinco víctimas mortales que la banda terrorista ETA se cobró en la mañana del 6 de febrero de 1992 en un vil y cobarde atentado con coche bomba.

Los capitanes Juan Antonio Núñez Sánchez, Ramón Carlos Navia Refojo y Emilio Domingo Tejedor Fuentes, el soldado Francisco Carrillo García y el funcionario del Ejército de Tierra Antonio Ricote Castillo, todos ellos destinados en la entonces Capitanía General de Madrid, hoy Jefatura de la Dirección de Acuartelamiento de la Inspección General del Ejército, fueron sorprendidos por la explosión de un coche bomba al paso de la furgoneta militar en la que viajaban por la plaza de la Cruz Verde muy cerca ya de su lugar de trabajo, el Palacio de los Consejos de la calle Mayor.

Veinticinco años después de este atentado y en el mismo lugar que ocurrieron los hechos la Dirección de Acuartelamiento, como depositaria y heredera del historial y tradiciones de la Capitanía General, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y Comunidad de propietarios del edificio, ha querido rendir un homenaje público para recuerdo de las víctimas.  Un sentido acto a los caídos, con la interpretación de “La muerte no es el final”,  y la colocación de una corona de laurel junto a la placa que recuerda a nuestros compañeros y el posterior toque de oración, han servido para que no sólo autoridades, familiares, amigos y compañeros de las víctimas, sino para que vecinos de Madrid tengan muy presentes en su memoria y no olviden a quienes murieron un día por España.