Inspección General del Ejército (IGE)

Tras la aprobación y posterior publicación en el BOE, del pasado 15 de octubre, de un nuevo Código Penal Militar, y para reforzar el cumplimiento de uno de los principios jurídicos que rige la legislación española: el de publicidad de las normas, el Mando decidió en su momento la organización de unas jornadas de difusión de este nuevo código penal militar en todo el territorio nacional.

La primera de estas jornadas se ha celebrado en Barcelona, organizadas por la Inspección General del Ejército, con la colaboración de la Delegación de Defensa en Cataluña y la dirección académica del Tribunal Militar Territorial III (sede en Barcelona).

La jornada consistió en una sucesión de clases teóricas, de 16.00 a 19.00 horas, a las que asistieron casi un centenar de Cuadros de Mando de las diferentes guarniciones en Cataluña, tanto de Fuerzas Armadas como de la Guardia Civil, cerrándose con un solemne acto de clausura en el Salón del Trono.

Fue presidido por el Teniente General Inspector General del Ejército, Ricardo Álvarez-Espejo, quien estuvo acompañado por el General Consejero Togado, Fiscal Togado de la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo, Fernando Marín Castán; por el General Consejero Togado, Asesor Jurídico General de la Defensa, Juan Manuel García Labajo; por el General Consejero Togado Auditor Presidente del Tribunal Militar Central, Rafael Eduardo Matamoros Martínez, y por Coronel Auditor, Auditor Presidente del Tribunal Militar Territorial III, Marcelo Ortega Gutiérrez- Maturana. Entre los invitados al acto, se contó con la presencia del Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el Fiscal Jefe de Cataluña, el Rector de la Universidad Abat i Oliva CEU y el Decano del Colegio de Abogados de Barcelona, como los más representativos, además de un buen número de jueces y magistrados de los tribunales de Barcelona.

Las alocuciones del Coronel Ortega, del General Matamoros y del General Álvarez-Espejo, insistieron en la misma idea fuerza: la justicia militar es, por un lado, totalmente independiente de la cadena de mando, y por otra, está perfectamente integrada en el sistema judicial general español, sin que se constituya en un sistema judicial “diferente”.